Bolívar Ruiz: "Nunca recibí ninguna presión política de los intendentes"
A los 65 años, el abogado Bolívar Ruiz decidió el viernes pasado presentar su renuncia a la Dirección Regional del Servicio de Evaluación Ambiental, SEA. La razón: "Ya es tiempo de jubilar", señaló Ruiz.
Así, tras 24 años en el servicio público y 19 de ellos al mando primero de Conama y luego del SEA, Ruiz se despide de los polémicos temas medioambientales, donde en muchos casos, reconoce, la institucionalidad en Chile no es suficiente para afrontar decisiones en que se cruzan visiones políticas, energéticas y sociales, que distan mucho de ponerse de acuerdo.
"Petróleo no tenemos y tenemos que importar. Carbón no tenemos y tenemos que importarlo. Gas natural natural también tenemos que importarlo. Por lo tanto, lo propio en términos de seguridad energética es la energía fotovoltaica, eólica y la hidroeléctrica. Entonces, hay temas que van más allá de lo ambiental. Los temas ambientales se cruzan con temas nacionales y de políticas públicas, que van más allá de lo ambiental y que en Chile no han sido resueltos. Aquí hay muchos actores políticos que no se atreven a plantear, porque es perjudicial para las encuestas", aseguró con firmeza Ruiz.
En el mismo sentido, el aún director regional destacó que nunca recibió presiones políticas en sus decisiones. "Estaría mintiendo si dijera que un intendente me dijo que tuviera que resolver de una u otra manera", aseguró.
--Estamos hablando de 24 años de servicio público y de 19 años en la parte ambiental. Me considero una persona con suerte, porque me tocó echar andar la institucionalidad ambiental en Chile, en la Región. Desde el 1993 y en 1995 me tocó ser director de Conama y, por lo tanto, me tocó también hacer la oficina regional de Concepción. Con posterioridad y vicisitudes de por medio, también me tocó darle cristiana sepultura a ésta, cuando se puso en vigencia la nueva institucionalidad de la Ley 20.417. Me tocó cerrar la Conama jurídicamente y crear la oficina del Servicio de Impacto Ambiental. En ese sentido, me considero una persona con mucha suerte, porque en un ámbito profesional y técnico, que me apasiona, tuve la oportunidad de ser copartícipe en la Región de hechos relevantes en el ámbito medioambiental.
--Diría que hubo muchos casos que fueron muy complicados en todo el país y la Región no fue la excepción. La verdad que no quiero pecar de chovinismo regional. Aplicar la institucionalidad en Chile fue complicado en todo el país y la Región del Bío Bío no fue la excepción. En ese contexto, evidentemente, todos los días fueron complicados, hubo algunos casos que requirieron especial atención por su relevancia pública. El caso de las hidroeléctricas, termoeléctricas o rellenos sanitarios, en su época. Siempre hubo casos en que había que tener mucha atención con ellos. Algunos se resolvieron bien y otros no tan bien.
--No quiero opinar sobre la contingencia, porque hoy Bocamina está llena de recursos judiciales y no quiero opinar sobre eso. Adicionalmente, el SEA no tiene mucho que ver con eso porque se trata de un tema de fiscalización y eso, de acuerdo a la institucionalidad, no le corresponde desde hace tres años al SEA. No quiero agregar más a una situación que es complicada.
--Fue una decisión dolorosa, pero necesaria, porque tenía cerca de 40 años de militancia y no tenía ninguna intención de presionar a una institución donde milité desde los 18 años. Así que fue una decisión razonada y dolorosa, pero fue correcta. De hecho, fueron días muy agitados porque había mucha pasión, aún hay mucha pasión y creo que es bueno que se aquieten las aguas para mirar las cosas como se deben mirar. Con políticas públicas estratégicas, con aplicación de los procedimientos legales y técnicos como las evaluaciones ambientales y no solamente con el prisma político. Este debe existir a la hora de hacer las políticas públicas. He conversado con mis compañeros del partido y esa situación está superada.
--En Chile los lobbys siempre han existido. Lo que estoy diciendo es políticamente incorrecto, pero siempre han existido los lobbys. Siempre han existido los funcionarios que no han aceptado los lobbys y yo, afortunadamente, he sido uno de ésos. Nunca sufrí presiones políticas porque todo el mundo sabía que iba a aplicar lo que correspondía de acuerdo a mis convicciones administrativas y técnicas. No puedo dar a conocer ningún caso porque no existieron. Fui uno de los primeros funcionarios de la Concertación que entró a trabajar el 11 de marzo de 1990, como jefe de gabinete del primer intendente de la Concertación. Desde esa fecha, trabajé con siete intendentes. Desde Adolfo Veloso a Víctor Lobos y ninguno de esos siete intendentes nunca trató de bajarme esa línea.
--Ese es un análisis un tanto inmediatista. Es difícil entender cuando se está en un ámbito más bien técnico, donde no hay muchas políticas públicas y somos deficitarios en eso. Hay que crear institucionalidad que entregue metodologías y procedimientos que vayan más allá del gobierno de turno. El día que en Chile pueda tener reservas de profesionales altamente calificados que vayan más allá del gobierno de turno, ese día tendrán una institucionalidad legitimada y muy fuerte. Si estamos pensando que cuando cambia el gobierno de turno, tienen que cambiar todos los funcionarios, seguimos siendo subdesarrollados.
--Se resolvió porque tenía que resolverse así no más. Es muy largo de explicar. HidroAysén se presentó el año 2008 al Servicio de Evaluación Ambiental, en un gobierno de un signo y terminó siendo evaluado durante otro gobierno de otro signo. Pero se presentó en un gobierno anterior y se cumplieron una serie de procedimientos en el gobierno anterior que culminaron en el año 2011. Por lo tanto, tengo la convicción que no había otra forma de resolver. Ahora HidroAysén es un proyecto emblemático que está cruzado por visiones políticas.
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--Creo que el uso político, con una visión política es necesario, pero tiene que ser en una escala superior a la evaluación de impacto ambiental. La evaluación de impacto ambiental es uno de los instrumentos, pero hay muchos más. Por lo tanto, me parece un tremendo error que Chile lo ha cometido y la clase dirigente lo ha cometido, en el sentido de poner toda la carne en el asador a través de la Evaluación de Impacto Ambiental.
--No ser lo suficientemente "pedigüeño" para que no me dieran más recursos, más medios financieros y profesionales, para poder haber cumplido mejor la tarea que teníamos. Seguramente he cometido algunos otros y muchos errores. A lo mejor me equivoqué en algunas evaluaciones. Uno tiene que asumir eso y hacerse cargo de sus errores. No somos seres perfectos.