Llega a la zona el trío más provocador del país
Agrupación liderada hace más o menos un año por la pianista de formación clásica estará tres días en el Bío Bío con un pop de vanguardia.
Después de escuchar un tema como "Sigilosa en tu palma", con ese hermoso quiebre de sonoridades a la par de una histriónica voz; se confirma la idea de que la música en el correr del siglo XXI y desde un país como Chile aún otorga espacio para adentrarse en aguas vanguardistas.
Entendamos ello, como esa línea de avanzada que propone el término, la primera línea de un discurso estético consciente (y muy consciente) de lo que está haciendo.
Es la atractiva propuesta que nos regala este fin de semana Carolina Holzapfel y Los Hijos del Cemento, en lo que podemos considerar desde ya como uno de los más interesantes debut del año.
Liderado por la reconocida compositora, pianista y cantante de formación clásica -Carolina trabaja actualmente con el Ballet Nacional y de la Escuela de Danza de la U. de Chile-, el trío se completa con los penquistas Pablo Contreras (Makina Kandela) en bajo y mini moog y José "Pepe" Burdiles (Emociones Clandestinas, Machuca y Zurdaka) en batería. "Los melómanos del grupo", bromea Carolina.
Acotan que están muy contentos y expectantes por los conciertos que van a presentar en la zona.
TODA UNAEXPERIENCIA
La minigira parte mañana, cerca de la medianoche, en Casa de Salud -Brasil 574 Concepción, para estar al día siguiente tocando en Cocholgüe y el lunes al aire en radio Leufú.
"Será un concierto enmarcado en el estilo "dramatic pop de mujer intensa" (risas), donde tocaremos gran parte de lo que será nuestro futuro disco, con Jorge Fierro en voz, como invitado especial en un par de canciones. Y, claramente, éste será el reencuentro de los penquistas José Burdiles y Pablo Contreras con su tierra, sus amigos, su público. Es también un ajuste de motores antes de la gira a México que iniciamos en febrero", comenta la artista, resumiendo todo como "una grata y entretenida aventura sonora".
Explicó que la motivación que los unió hace unos 365 días fue jugar por una propuesta distinta, basada en un conocimiento y manejo musical que "no le interese estar apegada a la moda ni a lo que suene".
- Me parece lógico que se te venga Nina Hagen a la cabeza. Es mujer, tiene una fuerte presencia escénica, cuasi teatral, una estética oscura que intuyo tiene que ver con una búsqueda muy honesta. Podría asegurar que sus letras tienen todas que ver con experiencias personales. Y éstas abordan la cotidianidad de la ciudad, preguntas acerca del bien y el mal, la evidencia de la muerte, y el cómo vivimos nuestras vidas ausentes de ella. Además de ello tiene una puesta en escena que da importancia a lo teatral. Frank Zappa, también le da cabida a eso y al humor, que se agradece (...) Es una gran herramienta al querer acercarse a temáticas escabrosas. Cuando mi propósito es lograr sonoridades estridentes y atonales el tipo de interválica también se asemeja a las usadas por Zappa. Tritonos, segundas menores, séptimas mayores. Me acerqué a este tipo de construcción melódica en el conservatorio como estudiante de composición (1998-2007).
- Mi formación es clásica, lo primero que escuché (estoy hablando de mis cinco años, o sea la música que escuchaba mi papá) fueron Mozart y Silvio Rodríguez. Gozaba analizando letras y compartía sus reflexiones y preguntas conmigo.
- Yo conviví con el teatro y las palabras desde pequeña. Mi padre es filósofo, y en Alemania teníamos largas caminatas desde su Universidad hacia la casa. Mi madre y mi tía son actrices, lo que me hizo estar cerca de ése mundo, ella siempre ha sido muy histriónica y goza de un extraño magnetismo, aunque esté en silencio. Ella me llevaba a los ensayos y me pedía opiniones.
- Sentimos que hacemos algo más cercano al pop que otra cosa. Quizás aquí también quedan cortas las definiciones y comparaciones, ya que para un programador de radio nuestras canciones podrían sonarle como algo imposible de tener cabida en los medios.