Ministra Loreto Silva descartó además que el proyecto impacte el presupuesto de la cartera.
En medio de los cuestionamientos por la construcción del puente colgante sobre el canal de Chacao, la ministra de Obras Públicas, Loreto Silva, aclaró ayer que cualquier sobrecosto será asumido por la firma que se adjudicó la obra y diseño, y no por el Estado.
"El contrato no admite modificación en esa materia, todo costo adicional es de cargo y costo de la empresa (...). Nosotros sólo nos tenemos que asegurar que la obra se construya conforme a las normas técnicas. Es una propuesta afirme y no existen convenios complementarios", aseguró.
La secretaria de Estado indicó además que los dineros para el viaducto de 2,7 kilómetros -cuyo costo total será de US$ 680,7 millones ($360.134 millones)- "ya están considerados" en el Erario nacional.
"Por lo tanto, no van a impactar al presupuesto de la cartera como se ha planteado. Este es un proyecto que se paga en 6 años y contra estado de avance físico", añadió al término de una reunión con representantes y ejecutivos del consorcio formado por la brasileña OAS, la coreana Hyundai, la francesa Systra y la noruega Aas-Jakobsen.
Lo anterior, según explicó, con el objeto de incentivar que el consorcio entregue el proyecto en los plazos establecidos.
Silva además respondió además al ex titular de Obras Públicas durante el gobierno de Michelle Bachelet, Eduardo Bitrán, quien esta jornada acusó "fines electorales" detrás del proyecto del Puente Chacao.
"Independiente de la administración de turno" su construcción "beneficia a muchas personas", dijo.
"Esto tiene que ser mirado como una obra que no es sólo de un gobierno, sino que de Chile para los chilenos. Es una oportunidad y así hay que valorarla y así hay que destacarla", añadió.
En esa línea, la secretaria de Estado sostuvo que el viaducto -cuya vida útil se proyecta en 100 años- permitirá bajar los tiempos de viaje a través del canal -que actualmente se realizan en barcazas- a menos de cinco minutos.
El proyecto está diseñado para que transiten hasta cinco mil vehículos al día, más del doble de los que hoy en día cruzan el Chacao a bordo de navíos privados.
Contempla también la construcción de un centro de control y monitoreo en la ribera sur, así como también un recinto de visitas, pasarelas y miradores.
Por lo anterior, "hemos planteado la conveniencia de poner un peaje para la mantención y conservación del puente. Los costos se decidirán más adelante, pero serán menores a lo que cuesta hoy cruzar el canal de Chacao", señaló.
El puente tendrá un pilar central de 175 metros (m) de altura y un diseño de "Y" invertida, que otorga beneficios en cuanto a los costos y flexibilidad en caso de sismos y cargas de viento. El pilar en el sector norte, en tanto, medirá 199 m, mientras que en el sur alcanzará los 157 m.
A partir del lunes, el proyecto quedó en manos de la Contraloría para su aprobación final mientras el consorcio genera la boleta de garantía (US$ 70 millones).
En pie de guerra se encuentran los integrantes de la comunidad indígena Mon Fen del sector rural de Yaldad en Quellón, quienes interpondrán en los próximos días un recurso de amparo en contra del Estado por no aplicar una consulta a los pueblos originarios respecto a la construcción del puente Chacao según establece el convenio 169 de la OIT. Chiguay dijo que de acuerdo a lo cosmovisión de la religiosidad huilliche la construcción del viaducto es una grave atentado a sus creencias. "Si nuestro dios, chau gnechen, hubiese permitido estar unido en un solo paño de tierra estaríamos unidos al continente, pero no es así. Además perderemos nuestra condición de isla con el puente", expuso.