Raza Suffolk Down es especialmente pródiga en carne, con baja grasa por lo que es la más adecuada para el consumo, por la cual tiene mejores precios.
Nacido y criado en el sector de Rinconada de Colton, en Bulnes, Cantalicio Contreras Sepúlveda, no podía con su emoción el sábado pasado.
Y es que a su estado general de optimismo, debido a que sus planteles de ovejas y en menor medida, de sus chivos, están en plena parición mutiplicando su patrimonio asegurando con ello, los recursos para pasar un invierno tranquilo.
Él fue uno de los 27 beneficiados con la adquisición de carnerillos Suffolk Down, que mejorarán significativamente la genética de los planteles.
Este agricultor criancero, hoy tiene 60 vientres y esta temporada dejará 12 hembras para el encaste que se iniciará en marzo con estos nuevos carneros.
Las expectativas son altas, porque los precios que han ido registrando son el principal atractivo para estos vecinos de Bulnes. Para Cantalicio esta es, de hecho, su principal actividad. Se vende todo, dice, y a buen precio. El año pasado cada animal lo vendió puesto en su predio entre $45 y $50 mil, asegura.
La época de mayores ventas parte en septiembre y se mantiene toda la temporada estival, aunque con un peak para las fiestas de fin de año.
Para un pequeño ganadero, invertir en mejoras genéticas es una meta bien lejana. Por eso es que se requiere un apoyo importante y eso se ha logrado con un proyecto que se desarrolla desde 2012 y que este año incorporó a otros agricultores, productores de ovinos de la comuna, seleccionados en conjunto por Indap y el Prodesal (Programa de Desarrollo Local) 1 y 2 de Bulnes.
Los carnerillos de año y medio y 80 kilos de peso fueron adquiridos en el predio del productor Hellmut Seeger, en Cauquenes.
Cantalicio es uno de los mayores productores, pero los hay de todos los tamaños y cada uno aportó el 10% del costo del animal, una suma equivalente a $23.800. En tanto que el aporte restante (90%) fue financiado a través del Programa de Desarrollo de Inversiones (PDI) de Indap que ascendió a $214.200 por usuario, totalizando una inversión de $5.783.000
Tampoco es todo. En toda la cadena de producción y comercialización los crianceros han sido apoyado por Marcelo Álvarez profesional del Indap, que les entrega asesorías técnicas y que no solo los atiende a ellos, sino a 135 campesinos en 9 sectores de la comuna, donde hay crianceros de vacunos, hortaliceros, entre otros y quien coincide en que el rubro ovino está siendo cada vez más interesante desde el punto de vista productivo en especial para esta parte de la comuna, que es el secano interior.
Por eso es que también está promoviendo a través de otros programas que desarrolla el Indap, el cultivo de praderas suplementarias que permitirán a los ovejeros contar con forraje para la época de invierno. También por esto, el encaste se hará a partir de marzo, de modo que los nacimientos se produzcan al entrar la primavera y haya más disponibilidad de pasturas.
La masa ganadera de Cantalicio suma hoy sobre las 110 cabezas que recorren buena parte de su campo de 27,1 hectáreas , más otras 23 que arrienda a su hermano. A estos suman una cantidad importante de caballares y más de 60 vacunos.
La actividad le ha permitido criar y educar a sus dos hijos, Uno de ellos es oficial del ejército y a su hija, que estudia enfermería.
La jefa del área de Indap Bulnes, María José Nuñez, dijo que la llegada de estos carnerillos aportarán una excelente genética a los rebaños de los usuarios del Prodesal, mejorando la calidad de las futuras crías y por ende los precios de venta.