Ex candidato a la presidencia local del partido analizó situación post elecciones y critica a sus principales dirigentes.
Hasta el 22 de noviembre, el RN Alejandro Sáez estaba decidido a renunciar a su partido el próximo 12 de mayo.
¿Cuál era su motivo? El conflicto que lo tuvo como uno de sus protagonistas, cuando no se oficializó quién había triunfado en la elección interna del partido en 2012, donde compitió con Claudio Eguiluz.
Durante ese camino, que duró más de un año, Eguiluz denunció errores en el conteo de votos en Chillán, RN no calificaba la elección y se presentaron recursos de apelación en Santiago. La presidencia regional fue asumida primero por Javier Ávila y luego por el diputado Frank Sauerbaum, hasta que a fines de noviembre la Corte Suprema ordenó al tribunal calificador de RN a sancionar la elección en la que triunfó la lista de Sáez -algo que ya había manifestado al rechazar recursos de apelación en la capital- en un plazo de 30 días.
Este reconocimiento aún no se produce, pero Sáez está contento. "El fallo de la Suprema ha traído una alegría indescriptible a mi espíritu. No estaba feliz en ese ámbito de mi vida. De modo que esta parte encontró un reconocimiento, porque yo no represento a la institucionalidad, que está de parte de la directiva y de nuestro tribunal supremo, y ellos se habían encargado de sembrar una duda respecto a mi honorabilidad. Eso fue bastante doloroso y dejó una huella importante", expresó.
Hoy, la decisión de renunciar parece difusa, frente a la posibilidad y deber ético que, desde su visión, tiene para asumir la presidencia regional del conglomerado, "aunque sea una semana".
Para él no se trata sólo de una obligación como militante, sino también de un deber frente a lo que considera como el peor momento de RN: "Tengo una tristeza grande por lo que está ocurriendo en la Región con mi partido. Hay tres elecciones en las que hemos bajado sostenidamente cerca de 4 puntos porcentuales. Y esos resultados tienen una componente nacional y también una componente muy importante de los hechos regionales. Precisamente, lo que nos ocurre a nosotros. Y no sólo porque un candidato lleva la mochila, sino porque los candidatos se consideran si pertenecen a un sector y no por que sean las mejores personas, y eso se traduce en un resultado muy triste para nuestra colectividad. RN vive la mas triste de sus crisis desde su fundación hace 25 años".
-Me duele que Frank se haya perdido. Puedo tener diferencias, críticas hacia su conducta en el caso de la dirigencia regional, pero desde luego a mí me alegraba que el partido tuviera al menos dos diputados y me entristece que ahora tengamos uno menos. Hubiese querido a Sauerbaum en ese espacio, al margen de los errores que ha cometido.
-Nos hemos sentado a hacer acuerdos que él no ha cumplido. Por ejemplo, haber reconocido mi condición de consejero regional, a la que se ha negado en reuniones del partido. Por ejemplo, promover un acuerdo frente a Santiago para tener una plantilla de candidatos que represente a todos los sectores. Hay un tercer compromiso, que es respetar el fallo de tribunales. Él se comprometió a que cuando estuviera el fallo, nos iba a entregar la presidencia.
-No ha sido presidente de RN. Es el más ausente de los líderes regionales que han estado en ese cargo. De Claudio Eguiluz podemos decir que era un mal presidente. Pero de Frank, que no fue presidente. Nunca visitó los distritos, nunca tomo decisiones que tuvieran que ver con el resto de los distritos. Dejó que Santiago resolviera el futuro de la Región.
-Castigó eso y muchas otras conductas equivocadas de personas de RN. Castigó la improvisación en los nombres, lo que ocurrió en el 43, en el 45 y en la senatorial. Insistimos en llevar un candidato del estilo de Alberto Ghyra, quizá no con tantas posibilidades, pero de las filas de RN, que en dos años más estuviera disputando una alcaldía. Y en cambio se desperdició equivocadamente esa oportunidad.
-RN tiene la obligación moral y ética de respaldar su candidatura. Tenemos muchas críticas que hacerle a la UDI, pero hay un ámbito y un momento. Este no es el momento de las críticas, es el de un trabajo disciplinado y leal. Lo que ocurre es que hemos sido desatinados, criticamos en el momento inadecuado.
-No tanto hacia Frank como a la UDI. A Frank le critico la torpeza de haber representado una injusticia en contra nuestra y de haber puesto su nombre a disposición cuando correspondía reconocer la voluntad democrática. Se equivocó al ponerse al frente del partido. Debió hacer un saludo a la democracia que hasta el día de hoy se le reconocería. No sé si eso habría salvado su diputación, pero habría salvado su conciencia, y para el futuro siempre habría podido decir que estuvo del lado de la democracia.