Obama evaluó junto al presidente francés, Francois Hollande, y el primer ministro británico, David Cameron, la iniciativa rusa sobre el desarme de armas químicas.
El presidente estadounidense Barack Obama aceptó debatir en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas una propuesta de Rusia para asegurar el control de los arsenales de armas químicas de Siria.
Según un alto funcionario de la Casa Blanca, el mandatario analizó la propuesta ayer con el presidente francés, Francois Hollande, y el primer ministro británico, David Cameron.
El portavoz presidencial, Jay Carney, dijo que el jefe de Estado está comprometido con un posible avance diplomático para evitar un ataque a Siria, pero seguirá defendiendo una eventual reacción militar por la utilización de armas químicas. "Va a buscar apoyo del Congreso y el pueblo estadounidense a la acción que ha propuesto" contra el régimen del presidente sirio, Bashar al-Assad, en castigo por el ataque con armas químicas del 21 de agosto, añadió el vocero.
"El presidente cree que debe responder a las flagrantes violaciones de Siria a la prohibición de usar armas químicas", pero "también señala que hay un progreso potencial en el frente diplomático" con la propuesta rusa, aceptada por Damasco, de poner el arsenal de armas químicas de Siria bajo control internacional, dijo Carney.
Tal como lo hizo Obama en las entrevistas televisivas del lunes, Carney atribuyó el aparente cambio en la actitud de Damasco, que calificó de "desarrollo potencialmente positivo", a las presiones de Estados Unidos.
"Lo que estamos viendo con la propuesta de Rusia y la reacción siria tuvo lugar sólo por la grave amenaza de una operación militar de Estados Unidos", dijo.
Carney, sin embargo, pidió cautela. "Tenemos que estar seguros de que los sirios son serios y cumplirán su compromiso de renunciar al arsenal de armas químicas que mantienen desde hace décadas", dijo.
"Así que los motivos para ser escépticos son muchos (...). Debemos ser prudentes pero debemos continuar" explorando esa opción, dijo Carney.
La propuesta rusa prevé colocar bajo supervisión internacional el arsenal de armas de Siria, y luego destruirlas.
Siria está dispuesta a mostrar sus armas químicas a la comunidad internacional y a abandonar su producción, declaró el ministro de Relaciones Exteriores sirio, Walid Mualem.
"Estamos dispuestos a anunciar dónde se encuentran las armas químicas, cesar la producción de armas químicas y mostrar estas instalaciones a los representantes de Rusia, de otros países y de la ONU", declaró Mualem a la agencia rusa Interfax.
"Queremos unirnos a la Convención para la Prohibición de las Armas Químicas. Vamos a respetar nuestros compromisos en el marco de esta Convención, incluyendo la divulgación de información sobre estas armas", explicó.
Rusia propuso el lunes a sus aliados sirios poner su arsenal químico bajo control internacional y destruirlo, lo que el régimen de Damasco aceptó ayer.
La convención está en vigor desde 1997 y ha sido firmada por 195 países, incluido Estados Unidos, Rusia e Israel, aunque éste último no la ha ratificado.
El último país en utilizar armas químicas fue Irak, bajo Sadam Husein, primero en su guerra contra Irán y luego, en 1988, contra la localidad kurda de Halabja.