"It: capítulo dos" o los pecados de una historia sin terror
Es posible que una de las mejores secuencias de terror de los últimos años, no pretenda integrar las filas del género. Sin embargo, es así. Lo logra el director Quentin Tarantino cuando Cliff Both (interpretado por Brad Pitt) transita por el campamento de Charles Manson en "Había una vez en Hollywood". Es la tensión a pleno sol la que se torna en un momento desagradable que recuerda aquellas cintas de los 70 ambientadas entre montañas y una naturaleza agreste ("La masacre de Texas", de 1974, o "Las colinas tienen ojos", 1977).
A dos semanas del estreno de la novena cinta de Tarantino emerge en la cartelera otro de los títulos esperados por la audiencia, con expectativas altas. Hablamos del segundo capítulo de "It" de Andrés Muschietti.
Y ciertamente lo que pudo haber logrado el director argentino en la primera entrega con la historia de "los perdedores", en el plano de las sugerencias. Es lo que se diluye dos años después, dado el exceso de una cinta que se olvida de provocar, sugerir y tensionar, explicitando un mensaje que en la narrativa de Stephen King nunca aparece.
Han pasado 27 años y Pennywise (el siniestro payaso que se corporiza por los miedos de sus víctimas) vuelve a hacer de las suyas en Derry, pueblo que actualmente pareciera sufrir los embates del postapocalipsis.
Uno de los integrantes del grupo de los amigos adolescentes que enfrentó a "Eso" en el pasado, Mike Hanlon, es el único que vive en la localidad. Es, también, quien convoca nuevamente al grupo, cuyas edades rondan las cuatro décadas, ya que han vuelto las desapariciones .
Apuntando a una buena caracterización de personajes, el pecado de esta segunda parte es que no asume bien el arco dramático (inicio, clímax, final). Se torna en un relato que transita a su final durante 169 minutos, con un desarrollo que peca de mostrar "gore" o sangre sin asunto, efectos "jumpscare" (susto repentino) predecibles y tensiones sin asunto. No hacen más que construir la caricatura de un personaje de "alma" terrorífica. Esto un tiempo fílmico que se hace largo, destemplado y aburrido.