Origen más común del maltrato al adulto mayor proviene de familiares
La violencia hacia el adulto mayor es una realidad presente constantemente en la sociedad, porque existen diferentes tipos de abuso y pueden ser muchos los factores que les gatillen, configurándose maltratos incluso que no son intencionados.
Pero, con o sin conocimiento, explicó Jeannette Cannobio, directora del Servicio de Psicología Integral de la Universidad del Desarrollo, "cuando hablamos de abuso, normalmente nos referimos a hacer omisión o ejecutar acciones que producen daño a un adulto mayor, que se vulnera el respeto a su dignidad y el ejercicio de sus derechos como persona. Cuando este tipo de circunstancias se provoca, estamos frente a un maltrato de la persona de tercera edad".
Muchas veces, cuando las personas se acercan a la vejez, pierden las facultades cognitivas y tienden a depender de un tercero para seguir realizando sus actividades. Éste es el llamado cuidador, rol que a veces ejerce un familiar -suelen ser algún hijo- o alguna persona contratada para dicha función. Y para que exista una relación sana entre ambos deben cumplirse valores fundamentales, como respeto y empatía para no cruzar una delgada línea que llega al abuso contra la persona que esta indefensa.
Es que estas relaciones no siempre funcionan bien y se llega a cometer maltrato, pues cuando la persona a cargo del adulto mayor "cae bajo situaciones de estrés se conoce como síndrome del 'quemado', y las consecuencias de esto pueden ser acciones de maltrato psicológico o físico al adulto mayor", advirtió Nicole Careaga, especialista en Geriatría, aclarando que es por ello que "la violencia siempre viene dada en primer lugar por familiares cercanos, como hijos, o los cuidadores principales", sin dejar de mencionar que fuera del ámbito familiar también pueden darse situaciones de violencia.
ESTEREOTIPOS Y MALTRATOS
En la sociedad suelen crearse estereotipos que dan etiquetas a las personas cuando pertenecen a un grupo. En los adultos mayores, se les otorga una con connotación negativa conocida como "viejismo", que puede provocarse de manera no intencional o teniendo conocimiento. "Cuando hablamos del 'viejismo' no intencional hacemos referencia a esas acciones de empequeñecer y quitar el rol de adulto mayor y éste pasa a ser un niño ante las personas" explicó Careaga. Por otro lado, se asume que al envejecer se va a dejar de ser útil a la sociedad y por ello se anula a las personas de la tercera edad, y se configura el "viejismo" intencionado.
Además de dichos perjuicios, existe el abuso financiero, que se da cuando familiares directos se hacen responsables del dinero que posee el adulto mayor, sin que llegue a sus manos.
La especialista en Geriatría agregó el abuso patrimonial, que suele darse por el aprovechamiento de que el adulto mayor ha perdido sus facultades cognitivas o sufre algún tipo de demencia -que implica que siempre es en contra su voluntad, porque no está orientado en tiempo y espacio para percibir que lo que está sucediendo es correcto o no-. Así, se les hace firmar documentos de bienes para tener responsabilidad sobre ellos.
Otra lamentable realidad es el abuso sexual, que dijo que le sucede a ancianos que perdieron sus facultades cognitivas.
Desde allí, Jeannette Cannobio recalcó que no hay que olvidar "las negligencias que comete la familia, sea de manera intencionada o no". Así, existen las pasivas, que es cuando el cuidador no brinda la ayuda necesaria por falta de conocimiento; pero cuando tiene el conocimiento y está capacitado para atender las necesidades de la persona y no lo hace, entonces es negligencia activa.
AYUDA AL ADULTO MAYOR
Como existen muchas situaciones de riesgo en las que se pueden verse involucrados los adultos mayores, es clave saber evitar que abusos o negligencias sucedan y denunciar cuando se sabe de una vulneración de sus derechos.
Por ello, es importante conocer las actitudes que pueden ser señal de eso, sobre todo considerando que no siempre las personas son capaces de verbalizarlo. Al respecto, Careaga detalló que se deben atender cambios de conductas como que las personas se retraen o se aíslan socialmente, enfatizando que al evidenciarlo se debe hacer de inmediato una denuncia a las policías o pedir ayuda al Senama, institución pública que se encarga de contribuir y asesorar para velar por el bienestar de las personas mayores. En sentido, resaltó la responsabilidad de los profesionales de la salud de estar atentos y ayudar al adulto mayor cuando lo requiera.