Exposición ahonda en dolores infantiles
La intención de la artista interdisciplinaria penquista Carolina Rozas con la exposición "Niños syrios" es establecer un diálogo sobre la violencia ejercida en aquellos cuerpos más vulnerables de las sociedades contemporáneas: los niños y niñas.
En este contexto, un total de 14 obras son las que integran la muestra que estará disponible al público, en la sala del club Llacolén, en San Pedro de la Paz, hasta el 21 de junio próximo.
La exhibición marca el regreso de la artista a la capital regional, luego de una estancia en México de casi seis años, finalizada el año pasado. "Esto viene a consolidar un proceso largo de constancia en la pintura y me enfrenta a desafíos mayores", señala la artista sobre la serie que parte con una primera pintura de una niña tapando los ojos de su muñeca. "Me generó gran impacto al ver la fotografía por internet, pues habla de la pérdida de la inocencia de los niños, de protegerse al ver algo que no le gusta ver", explica la artista, para quien esta exposición marca un hito en su carrera.
"El desafío más grande es estar a la altura de las almas retratadas. Son niños, personas que están sufriendo, pero al mismo tiempo se convierten en banderas de lucha, a través de la pintura", indica Rozas, quien comenzó a pintar estos óleos a principios de 2018 en su taller en México. "A mediados de ese año me traslado con toda la obra a Chile para terminar acá", cuenta la artista iniciada en la pintura a los 17 años en los talleres de la academia de Artistas del Acero.
RESCATAR ALMAS
Para Carolina Rozas, el estímulo para embarcarse en "Niños syrios", está en construir un espacio de diálogo y reflexión en torno a los impactos que dejan los conflictos bélicos en la experiencia infantil.
"Pensando en esos rostros lejanos las problemáticas que se viven en nuestro país. Cuando una imagen se manifiesta, trasciende su existencia, pero cuando una imagen se vuelve pintura, entonces adquiere alma", enfatiza la también arquitecta y diseñadora lumínica.
Rozas ahonda en la idea de que estos rostros recogen las experiencias de millones de otros niños y niñas en diferentes territorios, incluidos el nuestro. Explica que la muestra emerge como narrativa visual a partir del asombro que le provocó ver en los medios de comunicación el impacto de la guerra en Syria de los niños refugiados.
"Niños syrios" está integrada por seis óleos sobre tela de gran y mediano formato, y ocho óleos sobre papel de formato tabloide.