A mediodía comenzaron a llegar ayer los primeros fanáticos al costado de la Plaza de la Independencia de Concepción para encontrar una mejor ubicación para ver la premiación de la sexta fecha del Mundial de Rally que se realizó este fin de semana en la Región del Biobío.
A esa hora, las bancas solo eran utilizadas por los guardias de seguridad, de fácil distinción por su vestimenta oscura, y uno que otro comerciante ambulante ofreciendo café a los transeúntes. En total, de acuerdo a estimaciones de Carabineros, llegaron 3 mil personas al evento.
El pasado jueves, para la actividad de inauguración, el público y los vendedores de comida colmaron el perímetro de la plaza. Se estimó en cinco mil personas a los asistentes.
Fernando Pérez, oriundo de Puerto Natales, llegó el pasado miércoles a la zona y ayer, tras ver el tramo Biobío, se trasladó a Concepción para participar de la ceremonia: "No conocía para acá, una Región bastante bonita, tiene unos caminos espectaculares, habían unos accesos que igual para una persona que no conoce, son un poco difícil. Pero, el mundo tuerca es como una familia, todos se van ayudando en el camino".
Así como él, varios coterráneos se fueron sumando en el lugar, con la bandera de Magallanes incluida, la que extendían con total orgullo para identificar su tierra sureña.
"Hicimos un grupo de WhatsApp que se llama Magallanes WCR, donde uno de los integrantes vivió muchos años en Concepción y él nos preparó los prime. Llegamos el lunes, el martes recorrimos todos los prime marcando los lugares donde nos íbamos a quedar y el día miércoles nos juntamos en el casino y partimos todos en la misma noche. Dormimos en auto, carpas y motorhome", comentó Cristián Osorio, quién también viajó desde la Región de Magallanes para ver el Mundial de Rally.
Eso sí, ambos reconocieron que durante los días que llevan en la Región no han tenido tiempo para recorrerla turísticamente y que verían si alcanzan a conocer algo más antes de irse.
SEGURIDAD
Pasadas las 13 horas se cortó el tránsito por calle O'Higgins para permitir la instalación de los automóviles de la competencia y pese a que algunos comerciantes ambulantes aparecieron para vender sus productos, como sopaipillas y banderines, fueron rápidamente despejados por personal policial.
En esta materia, a los visitantes les llamó la atención la alta presencia de contingente policial, que destacó entre la menor cantidad de asistentes que en la inauguración, los que se intercabalaban con familias que acudieron al centro penquista para celebrar el día de la madre.
"En general, la seguridad ha estado súper bien, se ha notado la presencia en las diferentes competencias que hemos ido a ver y creo que eso es muy importante, sobre todo porque hay actitudes del público que denotan que falta una cultura rallista, que se respeten las restricciones por el peligro que representan", indicó Carlos Quinteros, quien viajó desde Valparaíso para poder disfrutar del mundial.
Alondra Zapata, otra de las espectadoras, destacó que "me llama la atención tanto carabinero en esta actividad de cierre, creo que -de lo que yo he visto- ha estado tranquilo. Me imagino que sí hay gente que por querer estar más cerca de los pilotos puede saltarse la seguridad, quizás eso explicaría la movilización, pero estamos todos disfrutando".
Y así funcionó por calle Barros Arana, donde gran número de efectivos policiales actuaron como valla humana para evitar que algún transeúnte cruzara al momento de que pasaran los automóviles de la competencia.
A diferencia de lo ocurrido el pasado jueves, cuando se realizó el Shakedown a las 18.30 horas, este domingo no hubo presencia de comercio ambulante y solo destacaron las propias carpas oficiales del WRC que ofrecían camisetas, polerones y gorros del evento deportivo, además de vendedores de bebidas energéticas, los que tuvieron gran venta. No hubo presencia de carritos de comida.
Asimismo, pese a que el centro penquista tuvo gran movimiento este domingo, estuvo lejos de los cinco mil asistentes el día del lanzamiento de la actividad.
Las autoridades realizarán hoy un balance.