Están expectantes, dicen, frente a lo que será el estreno de "La magnitud del momento", apuesta de danza y performance, que une los procesos creativos compartidos de la práctica escénica Antimétodo (Santiago) y la compañía penquista Escénica en Movimiento.
La obra, que "explora en las fisuras y movimientos que definen el territorio de Concepción", en sus palabras, se presenta hoy y mañana, a las 20 horas, en la Sala de Cámara del Teatro Biobío, en el marco del Festival de Teatro del Biobío (FTB).
El desplazamiento, como la noción de ruina y lo fragmentario de los suelos y cuerpos que le habitan en la capital regional son aspectos que también recoge este montaje. Uno que tomó cuerpo de manera más consciente durante los últimos tres meses, aunque "veníamos conversando esto desde el 2017", según Ana Luz Ormazábal, directora de Antimétodo y de este montaje.
- Primero, estamos muy expectantes por hacer una obra en esta sala, que me parece increíble, de lo mejor que hay a nivel nacional. Me encantaría tener una temporada acá con esta obra, considerando que Escénica en Movimiento es una compañía tan importante en la Región. Es muy emocionante ver el espacio y, también, ver qué pasa con el público en este estreno, porque nosotros no podemos controlar eso. ¿Verán lo que nosotros vemos? ¿les pasará lo que a nosotros nos pasa? Eso me da "maripositas en la guata".
Diana Carvajal, coreógrafa de la práctica escénica capitalina, agrega que siempre resulta emocionante estar frente a un estreno. "Una llega a la concreción, a la finalización. Se ve algo que va más allá del trabajo, porque aparece la obra en sí y una puede separase un poco del proceso. Aparece el objeto con los espectadores, el acontecimiento. Es la recta final, donde se empieza a ajustar y apretar todo y hay un entendimiento cuando se ve junto a los espectadores uno entiende más profundamente lo que se hizo", señala la coreógrafa de la apuesta.
CRUZAR LOS CAMINOS
Para darle tránsito a "La magnitud del momento", quinto estreno de Escénica en Movimiento desde su fundación en 2010, las integrantes de Antimétodo comenzaron a venir a Concepción desde diciembre pasado. "Como te contaba esto se venía conversando esto 2017. Luego se adjudica el Fondart de creación (2018) y ahora en 2019 estamos estrenando", resume Ormazábal.
"Fueron tres meses de trabajo en residencia lo que es muy distinto a trabajar dos semanas ,por ejemplo. El hecho de venir a vivir acá y que ellos hayan tenido que moverse a Santiago un rato hace que el trabajo haya sido distinto", reconoce la directora santiaguina.
Camila Contreras, directora de Escénica en Movimiento, señaló que las propuestas y cruces entre ambas compañías, se fue dando a través de un conocimiento mutuo. "Antimétodo participó en una de las versiones del Festival Loft, organizado por Escénica, y ahí se hizo el contacto y nació el deseo de trabajar juntos. Se postuló a un proyecto, y eso permitió que la práctica Antimétodo aterrizara en Concepción para trabajar junto a la compañía", relata.
- Nos ha invitado a un cambio de paradigma, desde lo multidisciplinario que plantea Antimétodo y un trabajo muy profundo sobre el lenguaje del cuerpo, no desde el uso más convencional de la coreografía, sino de una búsqueda constante de lo que es danza y cómo eso construye dramaturgia. Es el primer montaje que cuenta con la dirección de una mujer y eso también es relevante.
- (Ana Luz) Como Antimétodo nosotros nos instalamos desde ese cruce. Somos un práctica transdisicplinaria, es lo que nos mueve y lo que nos ha gustado siempre. No pensar la disciplina como algo cerrado. En esta obra no es distinto. El Antimétodo tiene que ver con eso, ser un poco rebeldes con la estructuras disciplinares y académicas. Para nosotros trabajar con gente que proviene de la danza fue querer que se movieran, que bailaran, pero también que lo hicieran desde la performance, no desde la danza moderna o sólo desde las técnicas de la danza, porque poner una plancha y armar una maqueta también es bailar.