La Antártica y su impacto en la investigación
La Antártica es el continente con las condiciones climáticas más extremas de nuestro planeta. Recientemente, la temperatura más baja en la tierra se registró durante el año 2018 con -98 °C, batiendo el récord a la registrada en el año 2013, con -93 °C. A su vez, el Ártico presenta un promedio de -34 °C, pero sube significativamente en verano, sin embargo, en la Antártica su promedio es de -49 °C y sus hielos generalmente no se derriten.
A pesar de estas condiciones extremas, sumado a los altos niveles de radiación ultravioleta y tiempos prolongados de oscuridad, el continente blanco tiene un gran impacto en la investigación. Por ejemplo, en la península Ardley y la bahía Fildes se han descubierto líquenes antárticos que son capaces de producir una serie de compuestos metabólicos que permiten inhibir la proteína Tau, de utilidad en el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer.
Este tipo de estudios de alta relevancia ha permitido que las investigaciones chilenas realizadas en la Antártica puedan ser publicadas en revistas científicas internacionales. Cabe señalar que para el año recién pasado se publicaron 70 estudios, mientras que entre el año 1998 y 2005 solo se publicaba en promedio entre cuatro y siete por año. Este aumento está directamente relacionado con el impacto positivo que ha tenido el Instituto Antártico Chileno (INACH), dependiente del Ministerio de Relaciones Exteriores.
El INACH encabeza el Programa Nacional de Ciencia Antártica y de acuerdo a su director, el doctor Marcelo Leppe, para el año 2017 fueron invertidos 1.900 millones de pesos en los concursos nacionales, comparado con los 200 millones en el año 2006. El aumento progresivo de proyectos de investigación también se correlaciona con un modelo de adjudicación de proyectos a través de un sistema cada vez más competitivo y donde solo las mejores propuestas de cada universidad chilena son seleccionadas por pares extranjeros.
Recientemente fue adjudicado el XXIV Concurso Nacional de Proyectos de Investigación Científica y Tecnológica Antártica. En el concurso regular se presentaron 69 proyectos, adjudicándose solamente 16. Una de las propuestas seleccionadas corresponde a la presentada por la Universidad San Sebastián Sede Concepción.
El proyecto está focalizado a la búsqueda de microorganismos electrogénicos desde la Antártica que puedan crecer en un rango bajo de temperaturas y que pueden favorecer la conversión de materia orgánica contenida en los residuos en electricidad. Este nuevo tipo de fuente de energía renovable no convencional denominada pilas de combustibles biológicas (PCB) han sido foco de interés en los últimos años debido a sus amplias aplicaciones que incluyen la generación de energía, electro-síntesis, biosensores y tratamiento de efluentes acuosos.
La principal ventaja para implementar las PCB en sistemas de tratamiento de aguas se basa en la posibilidad de complementar sosteniblemente la energía requerida para operar este tipo de tecnologías de tratamiento de residuos. El conocimiento para implementar las PCB a escala industrial ha progresado significativamente durante la última década, sin embargo, la generación de energía a bajas temperaturas es considerada como un factor relevante para avanzar en el desarrollo de esta tecnología. En este aspecto, la temperatura tiene un gran impacto en la operación de las PCB en términos de actividad de los microorganismos, por lo tanto, es necesario realizar una investigación clave que incluya el aislamiento y caracterización de bacterias electrogénicas, desde ambientes naturales a bajas temperaturas como la Antártica chilena.
Dr. Iván Ñancucheo Investigador de la Facultad de
Ingeniería y
Tecnología USS