Expertos revisan impactos del salario mínimo en el empleo y en la economía
Cada año, la discusión implica un tira y afloja entre el gobierno y la Central Unitaria de Trabajadores (CUT, que actúa en representación de los trabajadores. Es la fijación del salario mínimo que de acuerdo al proyecto de Ejecutivo considera un monto de $286 mil desde el 1 de agosto de 2018, para llegar a los $300 mil en marzo de 2019 y un nuevo incremento de 2% más inflación real pasada en marzo de 2020 y en 2021 se vuelve a negociar. Todo, no obstante, sujeto al crecimiento económico del país.
Esto significa que- de acuerdo con la proyección del Banco Central contenida en el Informe de Política Monetaria (Ipom) de marzo es que el Producto Interno Bruto (PIB) crecerá entre 2% y 4%, el reajuste será de 2% real, sobre cualquiera sea el resultado de la inflación; y si el PIB fuera mayor al 4% se agregará a ese 2% real las décimas que correspondan por crecimiento.
Analistas locales coinciden en que la decisión tiene efectos no solo en las empresas, principalmente las de menor tamaño, sino en el empleo y en la economía en su conjunto.
Para Carlos Smith, académico del Centro de Estudios en Economía y Negocios (Ceen) de la Facultad de Economía de la Universidad del Desarrollo (UDD), el aumento en el salario mínimo implica un alza en el costo empresa por cada trabajador. "En algunos negocios implicaría un aumento en el valor de los productos al público, y, en donde no es posible transferir esos costos, implicaría un deterioro de sus márgenes y, si estos son muy estrechos, podría tener que ajustar el número de trabajadores y provocar despidos", señala Smith.
"Una teoría dice que el salario mínimo, que es para trabajadores no calificados, es un ancla de todos los salarios. Por ejemplo, el trabajador que hoy gana $300 mil (más del salario mínimo) porque tenía más experiencia o algo más de calificación, ahora pasaría a recibir el mínimo, por lo que exigirá un aumento en su salario, acercándose a otros que estaban más arriba en la escala de remuneraciones, que podrían comenzar a exigir lo mismo. Esto se transforma en un aumento en gran parte de la estructura de salarios, aumentando aún más los costos de la empresa", precisó Carlos Smith.
Con respecto a si el país está o no preparado para asumir este ingreso mínimo, Smith estima que va a depender de varias variables. Si la economía se reactiva con más fuerza y "logramos que la creación neta de empleos sea creciente, esto no generaría mayores problemas en cuanto a desempleo. Si esto no sucede podríamos comenzar a ver aumentos en esta tasa".
costo de ajuste
En esta misma línea Claudio Parés PhD., director del Departamento de Economía de la UdeC, precisa que si uno observa sólo el mercado laboral "estrecho", subir demasiado el salario mínimo afecta negativamente al empleo. Sin embargo, al ampliar el "rango de visión", un alza importante del salario mínimo podría aumentar la cantidad de dinero disponible en manos de las familias y con ello la demanda de productos y tener un efecto positivo en el empleo.
Probablemente, el primer efecto sea mayor que el segundo, y el "costo de ajuste" sea muy alto, pero a largo plazo habría menos desigualdad de ingresos.
"El problema es que en teoría funciona bien, pero hay que estar en los zapatos de las autoridades para arriesgar un salto demasiado grande que solo verá costos en el corto plazo y cuyos beneficios se verían en el largo plazo. Ello, porque efectivamente los sectores más afectados son aquellos en que el trabajo es más precario y a las empresas que tienen menores márgenes. Por eso es que el costo social es muy alto y, aunque las autoridades estuvieran convencidas de esta teoría (que no todas lo están), es muy difícil que tomen ese riesgo", sentenció Claudio Parés.
distintas perspectivas
A su vez, Claudio Sánchez, docente de Ingeniería en Administración de Duoc UC sede Concepción, coincide en que aquellas empresas cuyas estructuras de costos están indexadas a el, principalmente pymes y mipymes, y que cada vez que hay un alza del sueldo mínimo, estos costos suben. "Si una empresa ve aumentado sus gastos se verá presionada a elevar el precio de venta de sus productos y el efecto que tendrá será negativo y, por tanto, no habrá intención de aumentar el sueldo mínimok, sino a mantenerl0"
Añadió que para ver si Chile está o no listo para un ingreso de $300.000, habrá que ver si este aumento en la renta de las personas se traduce en mayor consumo, lo que si bien es bueno desde el punto de vista del crecimiento y favorece la creación de empleo puede generar presiones inflacionarias por el lado de la demanda. Mientras el aumento de los costos para las empresas genera presiones desde el lado de la oferta y en este sentido, el efecto final en términos de bienestar podría ser negativo para los trabajadores.
rechazo de la CUT
Para el presidente regional de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Sergio Gatica, el proyecto es "pésimo, es la peor negociación del salario mínimo, ya que estamos lejos de las aspiraciones de sacar a los trabajadores de la pobreza... Hay que dejar muy en claro que la CUT rechazó la propuesta del Gobierno".
Dichas aspiraciones son $422.000, que es la línea de la pobreza, para un hogar de 4 personas, precisó.
A nivel nacional son unas 800.000 personas las que reciben el salario mínimo y a nivel regional alrededor de 60.000, concluyó el dirigente sindical.