"Pasión de multitudes" es una forma común de referirse al fútbol, porque se trata de un deporte que en distintos países mueve masas. La mayoría atribuye la emoción a la disputa en un partido del equipo que se sigue o de la selección nacional, pero al parecer la devoción es mucho más profunda. Al menos así es entre los chilenos, pues 77% de los encuestados en un estudio elaborado entre Samsung Electronics junto a Activa Research tiene la intención de ver el mundial de fútbol 2018, que se desarrollará en Rusia en los próximos meses y al que Chile no clasificó.

"Intencionalidad de Compra de TV" es el título de la encuesta y ésta buscaba evaluar el impacto en los consumidores que tiene este tipo de eventos deportivos de alta convocatoria a nivel mundial y los números evidencian que es bastante grande, ya que 55% de las personas encuestadas dijo tener la intención de comprar una televisión en los próximos seis meses.

Los resultados también demuestran que adquirir ciertos equipos ya no son sólo sueños. "Hace un tiempo, tener una pantalla de 55 pulgadas era un lujo, pero ahora un televisor de ese tamaño es 40% más barato que hace cuatro años", según Matías Sabaj, product manager de televisión de Samsung Electronics Chile.

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Corría 1998 cuando la Universidad del Bío-Bío (UBB) publicó el primer número de la revista "Maderas: Ciencia y Tecnología". Éste fue el primer hito de un proyecto que venía desarrollándose desde hacía varios años, con una gran visión de futuro y una apuesta en la que no había disposición a perder.

El desafío propuesto era arriesgado, pues aunque es el inglés el idioma en el que se habla toda la ciencia a nivel universal y ésta lengua es la que se promueve en toda disciplina, la decisión fue también dar espacio a los expertos que investigaban temas en el ámbito de las ciencias de la madera para que publicaran sus trabajos en español.

Así, el riesgo se transformó en éxito y tras dos décadas de vida la revista no sólo está bien posicionada, sino que obtuvo el tercer lugar en el primer ranking 2017 de la Red Iberoamericana de Innovación y Conocimiento Científico (Redib), entre otras 750 ediciones científicas de la región iberoamericana. Éste consideró la contribución a visibilizar los aportes publicados en revistas Iberoamericanas indizadas en Redib, además del impacto científico en la Web of Science (WOS).

Por ello, el doctor Rubén Ananías, editor científico de la revista que depende del Departamento de Ingeniería en Madera, donde es profesor titular, recibe con orgullo el reconocimiento porque sintoniza con lo que han anhelado estas décadas. "Este ranking está centrado en darle mayor visibilidad y difusión a revistas iberoamericanas, que consideran publicaciones en la lenguas española y portuguesa. Eso nos hace mucho sentido", recalca.

Por encima de lo anterior, esta posición entre tantas otras revistas, es una satisfactoria muestra de que todo el trabajo y esfuerzo de estos 20 años hoy son sinónimo de alcanzar logros a los que alguna vez apuntaron, incluso aquellos que no soñaron. De hecho, para Ananías, este tercer lugar lo que demuestra es la calidad de la revista de la UBB y su progreso en todo sentido, ese avance del que el experto ha sido testigo.

PASO A PASO

Como toda iniciativa nueva, "Maderas: Ciencia y Tecnología" partió desde el ímpetu de hacer algo distinto y aportar, pero era un cuaderno en blanco al que se le debían escribir todas las páginas. Ananías recuerda que los inicios, aparejados con la creación del magíster en Ciencias y Tecnologías de la Madera en la UBB, fueron austeros en cuanto a los investigadores a los que llegaban y por ende la cantidad de artículos publicados. En ese momento, lo que se buscaba era dar la oportunidad a quienes se estuvieran especializando para que pudieran encontrar una fuente y también publicar los resultados de sus investigaciones de tesis. Los primeros artículos fueron de académicos investigadores y algunos alumnos de la casa de estudios, así como también de otros profesionales iberoamericanos vinculados a ésta.

En 2001 el doctor Ananías se hizo cargo de la revista y dos años más tarde vino la primera indización en una base de datos prestigiosa para el área en la que se enfocaban. "Eso nos dio una visibilidad mayor y empezamos a recibir contribuciones de una mayor gama de países", comenta.

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