Más optimistas son las percepciones del empresariado regional para este 2018, tanto que los 130 líderes de distintos sectores productivos de la zona consultados apuestan a que exista un crecimiento de entre 2,5% y 3,4%.
Las mejores perspectivas se sostienen en la confianza de un 56% de los entrevistados que coincide en que habrá un incremento de la inversión en la Región, donde el 74% cree que esta debiera ser una de las principales líneas de trabajo del próximo gobierno en la zona.
En esta medición se incorporó algunos factores que indicaban las primeras señales de recuperación, vinculados a una evolución más positiva del precio del cobre, las favorables expectativas de la economía mundial y el resultado de la elección presidencial.
Así lo revela el Indice de Percepción Económica Regional (Iper) que elaboran en conjunto la Consultora EY, la Universidad Andrés Bello (Unab) y la Cámara de la Producción y del Comercio de Concepción (Cpcc), realizado entre fines de diciembre y principios de enero, ubicándose en 52 puntos, por sobre la zona neutra de 50 puntos en el que se mantuvo por varios periodos.
"El valor de 52 puntos que muestra esta versión del Iper implica un alza de 4% respecto de la medición anterior y es el valor más optimista desde diciembre de 2014", explica Luis Bravo, director de la Facultad de Economía y Negocios de la Unab.
mayor inversión
En relación al aumento de la inversión, la gerente de Estudios de la Cpcc, Paola Vilugrón, precisa que es prioritario generar políticas que la promuevan, y las expectativas de los ejecutivos están cifradas en eso como motor de crecimiento y reactivación económica. "Y es precisamente esta línea la que el gremio busca potenciar, así como la continuidad del trabajo público-privado en pro del crecimiento", precisó la ejecutiva.
Agregó que de acuerdo a esta percepción se impactaría positivamente los índices de empleabilidad. Hay una sensación de estabilidad en lo que a ocupación se refiere, ya que el 50% considera que al menos en una primera instancia, las tasas se mantendrían para dar paso paulatino a una reactivación del mercado laboral".
Un efecto valorado muy positivamente fueron las políticas en materia de energía impulsadas por el gobierno y que permitió una fuerte baja en los costos de producción y con ello, mejorar la competitividad de las empresas e industrias de la región, tal como lo evidencia el segundo gráfico.
A mediados de 2015 al 55% de los encuestados los afectaba el precio de la energía. En la actualidad solo un 11% lo consideró una variable negativa
preocupaciones
No obstante las favorables proyecciones, siguen preocupando los efectos de las reformas laboral y tributaria, en los resultados de las empresas.
Para Horacio Bustos, socio de la consultora EY, esta percepción de que la reforma tributaria es negativa para las empresas se explica dada su complejidad.
Recién en la declaración de renta de abril se va a ver en su totalidad los efectos de su aplicación, pero los empresarios están aún pendientes de cuál va a ser el real impacto en sus negocios. Por esto es que esta es una de las pocas variables que sigue siendo más negativa que los indicadores anteriores, con un 61% de apreciación negativa, versus un 53% que lo declaró en diciembre de 2016.
El otro tema es la reforma laboral, que no tiene la magnitud de la tributaria, "porque fue más bien una reforma sindical", dice Bustos, donde lo que el gobierno buscaba era pasar ojalá del 15% que actualmente estaba sindicalizado al 20%. Y si bien los empresarios lo vieron como algo negativo, esa percepción ha venido bajando.
Recordó que esta reforma partió en abril del año pasado y ya está en aplicación y algunas empresas ya han tomado las medidas para ajustarse a los nuevos requerimientos.
simplificar las leyes
Las prioridades que declaran los empresarios tienen que ver con los mismos temas y aquí el principal es simplificar la aplicación de las reformas tributaria y laboral, hacerlo más entendible y menos caro y oneroso para las empresas en general.
A juicio del experto, es necesario trabajar fuerte en el tema tributario porque la percepción que tienen muchos empresarios es un poco diferente a lo que es en realidad. "Hay un gap muy alto entre las expectativas y su aplicación real". En este sentido, planteó que debería ser el propio Servicio de Impuestos Internos el que simplifique los alcances de la reforma de manera que sean fácilmente entendibles.
En relación a las inquietudes sobre la reforma laboral, se espera una flexibilización para enfrentar los desafíos de la revolución digital, son cuestiones que deberían haber estado en la nueva legislación laboral y que es prioritario abordar como la jornadas laborales, el tema de la robótica, una definición clara de los servicios mínimos de los grupos de negociación, donde todavía hay ciertas ambigüedades.