Colegio de Lota cumple 100 años con el deseo de tener enseñanza media completa
El próximo 2 de febrero el Colegio Niño Jesús de Lota Bajo cumplirá 100 años y en sus estanterías históricas es posible ver implementos que reflejan una larga trayectoria bajo el alero de la Congregación de hermanas con el mismo nombre que el recinto educacional. Actualmente son lideradas por la hermana Pilar Salazar Pascal, quien es la presidenta de la Fundación Educacional.
Y si bien es latente el orgullo que sienten por su historia y por lo que han logrado transmitir a sus estudiantes tanto educacional como espiritualmente, hay un anhelo pendiente: poder contar con la enseñanza media y, así, evitar que los alumnos tengan que emigrar una vez que terminen octavo básico o -incluso- antes.
AYUDAR AL PRÓJIMO
La Congregación Hermanas del Niño Jesús nació en Francia y fue fundada por Ana María Martel en el siglo XVII, ya en 1888 llegan las primeras hermanas a Argentina y años más tarde viajan cinco de ella a instalarse a Lota, tras una invitación de la Congregación de los Agustinos de la Asunción. Se trataba de todo un acontecimiento, ya que la mayoría de las órdenes se instalaban en Santiago.
"El día que llegaron a la estación fueron recibidas por muchas personas y diversas autoridades, especialmente mineros, ya que ellas venían para educar a sus hijas. Cuando se instalaron con el colegio, empezaron en marzo con 60 alumnas y terminan en diciembre de ese mismo año con 200", relató la hermana Pilar Salazar.
Su material para trabajar eran 14 bancas y una pizarra que se iba trasladando de una sala a otra. Y pese a que la congregación está presente también en las comunas de Arauco, Los Álamos y Contulmo; Lota es la única que cuenta con un colegio.
LA GRATUIDAD
Si bien el establecimiento educacional es particular subvencionado, sus estudiantes reciben educación gratuita y se mantendrá de la misma forma tras la reforma educacional.
Sin embargo, el director Óscar Bórquez López reconoce que cuentan con escasos recursos y que eso les ha hecho difícil los anhelos de la jornada escolar completa y la implementación de la enseñanza media: actualmente sólo tienen desde prebásica hasta octavo básico.
El directivo explicó que "hemos tenido altos y bajos, ya recuperamos la Excelencia Académica, contamos con un grupo de profesores bien comprometidos y eso ha logrado un sello personal que cuando egresan, vuelven como docentes".
Si bien el programa de integración educativa les ha permitido un mayor ingreso de recursos, el hecho de que sólo lleguen a octavo básico es un problema.
"Este colegio tenía cerca de 800 estudiantes y hoy estamos entre los 680. El problema es que van trasladándose donde no tenemos la enseñanza media y lo hacen con dolor, porque es una limitante. La baja ya se viene dando en los sextos básicos, este año se nos fueron 22 estudiantes por este tema", enfatizó Bórquez.
Hasta el momento, lo único que les falta para contar con educación hasta cuarto medio es el espacio, el resto de los requerimiento por parte del Ministerio de Educación (Mineduc) están completos y están a la espera del edificio que los ayudará a cumplir ese sueño.
UNA FAMILIA
La hermana Irma Hilaria tiene 84 años y cuando tenía 10 llegó a Lota para estudiar en el establecimiento. Allí descubrió que tenía dos vocaciones, ser profesora y religiosa. Si bien por su edad ya no hace clases, sí está presente en el colegio y hace actividades pastorales para trabajar con los más necesitados.
Ella destacó que "gracias a la congregación y con mucho esfuerzo, logré llenar esas dos vocaciones".
Pero como ella, son varios los ex alumnos que tras estudiar pedagogía, regresaron a hacer clases al colegio. Mauricio Arriagada (26) es uno de los más jóvenes y contó que "ingresé a estudiar al colegio en 1996, luego estudié Pedagogía y volví. A mí me gustaría morir acá, toda mi familia estudió acá y aunque no tengo hijos, cuando los tenga los voy a ingresar acá. El colegio es como una familia, así lo veo yo".
María Eugenia Guerrero también estudió y trabajó en el Colegio del Niño Jesús. "Mi madre fue la primera alumna, empezó a estudiar en 1918 y sus hijos siempre tuvimos cercanía porque vivíamos a dos cuadras. Ese amor que ella sentía, nos lo transmitió a nosotros", sentenció la profesora de inglés que, asegura, tras haber trabajado en varios establecimientos de la zona, no encontró en ninguno la mística que vivió en el histórico recinto educativo.
Además, es la presidenta de una organización de ex alumnas, con las que espera que más estudiantes que pasaron por el recinto católico puedan sumarse a las reuniones.
Ese amor de las antiguas generaciones también lo viven las actuales. Natalia Carvajal egresó este año de octavo básico y reconoció que "hice una huelga el último día porque no me quería ir. El colegio es súper bueno y participé en todo lo que pude".
Marzo lo comenzará en el Liceo de la Madera de Coronel y espera no tener tanta nostalgia de su colegio básico que con su educación valórica ha sido difícil de olvidar por 100 años de historia.