Mañana vuelve a rodar el balón en las distintas canchas donde aún se juega la Primera A del fútbol chileno. La 13º fecha del torneo de Transición se pone en marcha con el cotejo entre San Luis y la UdeC, cuadro que tiene entre ceja y ceja ganar, que es lo único que le sirve para mantener viva la ilusión de alcanzar un cupo a torneos internacionales del próximo año.
"Mientras tengamos la posibilidad diremos que sí, pelearemos por eso y porque es nuestro objetivo", planteó un optimista Francisco Bozán, el entrenador de los auriazules, quien sabe que en los tres últimos cotejos de su escuadra hay mucho en juego de cara al 2018.
No obstante y antes de soñar despiertos con volver a poner a la UdeC en la órbita internacional, lo primero es dejar atrás a los quillotanos. Cabe recordar que en la última jornada disputada hace dos semanas, San Luis venció a U. Católica en Santiago, mientras que los penquistas empataron con Palestino en Collao.
Y para vencer a los "canarios", Bozán no ha descuidado detalle alguno sobre el cuadro que dirige Miguel Ramírez, que en este torneo ha sido irregular en su campaña, quedando lejos de los puestos de avanzada. De hecho, la UdeC está un punto abajo de su rival de mañana, por lo que perder no es una opción.
"San Luis no me sorprende, lo que sí es con qué San Luis nos vamos a enfrentar. Si con aquel equipo que pierde con Antofagasta o Colo Colo o el que gana a la Católica", afirmó el deté, quien agregó que "aunque se diga mucho de ellos, siento que San Luis es un cuadro que juega de distinta forma, aunque se afirme que tiene una sola, yo sí digo que tiene muchas maneras de jugar".
Los universitarios se prepararon para este cotejo en superficie sintética considerando que la cancha del estadio Lucio Fariña ha causado problemas físicos en jugadores como en árbitros.
"La preocupación de la cancha es más por después del partido que antes", precisó el entrenador, quien destacó sobre esto que tras el partido de mañana, con seguridad deberá dar a algunos jugadores más tiempo de recuperación tras la exigencia de jugar en este tipo de pasto artificial.