Desde agosto de este año, la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb) inició en la Región del Biobío el plan de compra insumos a productores y proveedores locales para abastecer el plan de Alimentación Estatal de la institución, que beneficia a 258.907 escolares de la zona.

Esta medida es una de las 50 correspondientes al plan Contrapeso, que considera que las compras a empresarios locales deben alcanzar un 15% del presupuesto de cada unidad territorial, o un aproximado de 10% adicional si se realiza en zonas rezagadas, como la Provincia de Arauco.

Estas compras se deben realizar a proveedores certificados por instituciones como el Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap), el Servicio de Cooperación Técnica (Sercotec), entre otras. En el caso de la Región, más de diez proveedores aportan distintos insumos para la entrega de las distintas colaciones, con una inversión cercana a los $833 millones.

Durante su visita a la zona, el director nacional de Junaeb, Jaime Tohá Lavanderos, explicó que esta medida -que comenzó a implementarse este año en la zona y en la región de O'Higgins- representa uno de los mayores impulsos que la producción local podría tener, ya que se trata de manera directa con los proveedores.

"Se nos mandató a hacer compras a la agricultura local, siendo consecuentes con las políticas públicas que tenemos. En Contrapeso buscamos la incorporación de alimentos frescos y saludables, con pertinencia en cada territorio. La evaluación es muy positiva. Incluso en otras zonas del país donde aún no se comienza a implementar, algunos proveedores ya son parte de las compras locales", detalló.

PRODUCTOS LOCALES

Al revisar el desglose de cada uno de los proveedores, empresas y productos, se destaca el hecho de que las compras que ha realizado Junaeb consideran a la Región del Biobío en su totalidad. Abarcan un periodo de seis meses, a contar de la fecha de implementación y firma de convenios, lo que ocurrió en mayo pasado.

En zonas de rezago como Arauco existen empresas como Aliservice, que trabaja con distintos proveedores locales para la obtención de alimentos como papas, acelgas, zanahorias, zapallos o cebollas.

Jaime Tohá detalló que las cuotas mínimas están determinadas en cada uno de los contratos, "lo que se asegura por medio de la entrega de las facturas y el aval de organismos públicos, como Indap u otro, en cada compra. Tenemos la tranquilidad de que esto ha ocurrido y nos llegan nuevos ejemplos donde nos damos cuenta de que la política se está implementando y los montos se están pagando a tiempo, eliminando la tercerización del comercio".

En el caso del incumplimiento de esta normativa, el director nacional detalló que al cierre de cada año la facturación debe demostrar aquello y si esto no ocurre, "están sometidos a sanciones económicas, entendiendo un incumplimiento del contrato".

BALANCE

En un periodo de tres años, Junaeb implementará en todo el país las cincuenta medidas del plan Contrapeso, del cual es parte la medida de las compras locales. Respecto a lo que se ha realizado durante este año, Jaime Tohá destacó el positivo avance del programa.

"Hemos implementado una a una las medidas que buscan apuntar a disminuir el sobrepeso. Nos hemos puesto el objetivo que los niños no sólo reciban una comida nutritiva y sana, sino que sean ricas. Tienen derecho a recibirla, por lo que es igual de importante, y apuntamos a la mayor aceptación de las comidas de parte de los niños", expresó.

Reducción de los quórum requeridos, sólo una lista en competencia e incluso ausencia de federación de estudiantes. Estas son algunas de las situaciones que se han dado en las universidades locales y que dan cuenta de la caída que ha tenido la participación de los estudiantes en procesos eleccionarios internos.

Aunque la adhesión a las votaciones ha sido fluctuante, sí se puede afirmar que desde 2011, cuando el movimiento estudiantil tuvo su punto de mayor connotación, hasta la fecha, la participación ha mermado considerablemente. Si hace seis años 4.562 alumnos acudieron a la elección que ganó Guillermo Petersen, este año sólo llegaron 1.575.

Algo similar ocurre en los otros planteles. En la Universidad Católica de la Santísima Concepción la adhesión pasó de 2.440 a 1.684 en seis años. Esta reducción incluso llevó el año pasado a la modificación de los estatutos para bajar el quórum requerido para validar la elección.

Ex dirigentes estudiantiles lamentaron esta situación y plantearon que se requiere recuperar la confianza de los estudiantes.

CAÍDA DE PARTICIPACIÓN

En las elecciones de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Concepción (FEC), donde habitualmente han participado al menos cuatro listas en los últimos seis procesos, la participación ha llegado incluso a los seis mil alumnos, distando de los 1.575 que escogieron a Rodrigo Castillo como nuevo presidente de la FEC en mayo pasado.

En las elecciones de 2012 y 2014, donde fueron electos Recaredo Gálvez y Felipe Quezada, respectivamente, la adhesión superó a los cinco mil alumnos en cada proceso de segunda vuelta, manteniendo una tendencia de lo ocurrido en primera vuelta.

En 2013, cuando Javier Miranda fue electo presidente de la FEC, ya se observó una baja en la participación, que en segunda vuelta llegó a 3.553 alumnos. Sin embargo, en la primera vuelta de la elección más de seis mil estudiantes votaron por alguna de las listas postulantes.

El ex dirigente estudiantil explicó que para entender la caída en la participación se debe considerar el contexto nacional y la falta de formación ciudadana.

"Pese a que en el rol estudiantil hay muchos jóvenes que se sienten representados por las demandas en esta materia, no hay espacios de formación ciudadana ni política y además la política, incluso la estudiantil, se encuentra desprestigiada", reflexionó quien también fue vicepresidente de la FEC en 2012.

DESORDEN INTERNO

A diferencia de lo que ocurre en la UdeC, donde si bien la participación ha caído, hasta hoy se presentan varias listas, en otras casas de estudio la participación ha caído e incluso ha desaparecido. Esto ha ocurrido tanto por el desinterés de los alumnos como por la imposibilidad que han tenido las federaciones de validarse por los quórum exigidos, versus la escasa representatividad.

Ejemplo de ello es la Universidad del Bío-Bío, donde el contacto de los alumnos con las autoridades universitarias se hace a través de los respectivos centros de alumnos de las carreras.

Los estudiantes del campus Concepción se mantienen organizados sin federación y su último proceso fue invalidado por la falta de quórum, pese a que Alejandro Campana fue electo presidente. En procesos anteriores, donde Orleans Romero y Felipe Guajardo fueron electos, para el periodo 2013 y 2015 respectivamente, la participación promedio alcanzó los dos mil alumnos.

Claudio Briceño, que fue presidente en 2011 y vicepresidente en 2014, lamentó la baja participación y falta de organización, la cual atribuyó en gran medida al rol de las autoridades académicas.

"Es triste ver que no existe la representación que se tuvo antes, como ocurrió en algunos años anteriores. En su momento la universidad no reconoció a la última federación, lo cual también ocurre por el fuerte intervencionismo de las autoridades en la última federación en que estuve. Ellos después dijeron que se equivocaron, pero realizaron una intervención evidente que generó este escenario", apuntó.

Situación similar ocurrió en la Ucsc a fines de 2015, y que llevó a que el año pasado la federación estudiantil quedara acéfala, tras la falta de quórum en la última elección. Recién en noviembre de 2016 una nueva directiva, encabezada por Daniel Cid, pudo asumir gracias a una reformulación de estatutos que permitió que sólo con un 20% de participación se pudiera escoger al cuerpo colegiado.

Carlos Ruminot, presidente de federación en esa casa de estudios entre 2010 y 2011, cree que esto ocurre por una desafección a la representación a nivel estudiantil.

"Muchas demandas, como la gratuidad, ya han sido acogidas, pero claramente desde 2011 a la fecha existe una merma en la participación. Es clave que los espacios vuelvan a legitimarse, pese a las diferencias en las posiciones políticas. Fue el movimiento estudiantil el que instaló muchas de las reformas, sobre todo en una zona marcada por la presencia de universidades tradicionales", reflexionó.