Apoyar la realización de proyectos orientados al diseño, implementación y validación de modelos de encadenamiento productivo y de negocios innovadores en el sector agrario, agroalimentario y forestal de la región del Biobío, es el objetivo que persigue la convocatoria de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) "Innotrack 2017".

El instrumento, que busca potenciar las cadenas de valor de los productos agroalimentarios que se producen en Biobío, se enmarca en el convenio suscrito entre FIA y el Gobierno Regional, el cual apunta a consolidar un sector que representa el 5,9% del PIB regional y un 16,7% del PIB sectorial nacional, a la vez que es responsable de casi el 30% de todas las exportaciones realizadas desde la región, empleando el 14% de su fuerza laboral.

Sin embargo, a pesar de los buenos resultados macroeconómicos, en la región persisten importantes brechas en materia de integración y encadenamiento de las pymes del sector a las cadenas productivas y comerciales de exportación.

"Los principales productos exportados se producen y comercializan en cadenas tradicionales, que se abastecen de productos primarios provenientes principalmente de productores agrícolas y forestales de gran tamaño, dejando a la mayoría de los pequeños y medianos productores sin oportunidades de integrarse a dichas cadenas, limitando su participación en los beneficios generados", explica Claudia Suazo, representante regional de FIA.

En Biobío, el 78% de los productores poseen menos de 20 hectáreas, realidad que obliga a pensar en nuevos encadenamientos productivos "que integren efectivamente a las pymes del sector con otros actores de la cadena productiva y de valor, mediante la innovación en modelos de negocios que generen beneficios en la cadena y éstos sean distribuidos de acuerdo al aporte de valor de cada eslabón participante", agrega la ejecutiva.

Encadenamientos

virtuosos

Alineada con la Estrategia Regional de Innovación, la convocatoria "Innotrack" de FIA apunta a incrementar la coordinación, el intercambio de conocimiento e información entre productores de materias primas, oferentes de servicios, transformadores y comercializadores.

Claudia Suazo señala que en la configuración de los encadenamientos productivos, la "entidad tractora" desempeña un rol fundamental. "Es aquella pyme integrada en una cadena productiva, que a través de un modelo de encadenamiento innovador es capaz de convocar e integrar a otros eslabones a esta cadena".

En el marco de esta convocatoria, además de la "entidad tractora" (que se encuentre operando en el mercado), las propuestas de encadenamiento deberán contar con la participación de a lo menos 4 pymes de producción primaria agraria, agroalimentaria y/o forestal, pudiendo ser parte o no de una misma organización productiva.

"La entidad tractora, así como los otros integrantes de la cadena (productores de materias primas, oferentes de servicios, transformadores y comercializadores) que participan en la iniciativa, deben tener identificados los eslabones de la cadena donde se llevará a cabo el proceso de innovación. Se debe contar con la integración de al menos 2 eslabones de la cadena, siendo uno de estos las entidades productoras de materias primas", puntualiza Claudia Suazo.

El encadenamiento debe ser participativo, agrega la ejecutiva, beneficiando a los eslabones de la cadena, con foco en las pymes de producción primaria. "Debe ser un modelo virtuoso, que reduzca los costos de transacción, minimice riesgos, agregue valor reconocido por el mercado, y transfiriera este valor generado a lo largo de la cadena productiva, compartiendo los beneficios y mejorando la sustentabilidad del negocio".