Repudio al vandalismo
Ha sido generalizado el repudio hacia los últimos hechos de vandalismo que agobian a nuestro país y lo que es más grave, comprobar que sus principales autores son adolescentes y jóvenes. Quienes hemos tenido la responsabilidad de ser padres y profesores cabe preguntarnos en qué momento del desarrollo de nuestro país se produjo la pérdida de autoridad, la falta total de disciplina, y la insolencia hacia el bien común. Nada ni nadie detiene a nuestros jóvenes y los culpables somos los adultos: los padres en primer lugar por no establecer reglas claras en el hogar; las autoridades débiles que no asumen su rol por intereses políticos y personales; la justicia que restringe las labores policiales en pos de controvertidos argumentos de derechos humanos. Quien cumple la norma o la ley, quien toma acciones correctas, aplica la autoridad y respeto, es atacado y difamado. El mundo al revés.
Duele ver adolescentes esgrimiendo argumentos sin sentido desafiando a las autoridades; su burla y atropello hacia las personas sin respeto al bien común. No escuchan argumentos ni planteamientos de otros. Sólo ellos tienen la verdad. Atacan la honra de las personas y ofenden a quienes tratan de guiarlos o corregirlos.
Quienes estamos en la tercera edad sabemos que con vandalismo no vamos a ninguna parte. Debe imponerse la razón, la educación, la disciplina para estos jóvenes., Ellos claman por educación gratuita y ..¿la calidad?. Sin orden y disciplina no hay educación de calidad. El aula debe ser el lugar de intercambio de ideas, argumentos y debates sólidos, adquisición de conocimientos, pero en un clima de orden y respeto, que hoy no existe. El profesor es sobrepasado en su autoridad, por medidas que adoptan las autoridades educacionales en pos de "derechos" de los alumnos que impiden a veces necesarias expulsiones con cambio de colegio, u otras medidas disciplinarias que antaño era muy fructíferas con apoyo del hogar.
Las autoridades educacionales hablan mucho de la Educación Pública, y las garantías que ofrece, en circunstancias que todos sabemos, que las tomas, las huelgas etc. significan una enorme pérdida de horas de clases; que las carencias de bancos, sillas, baños etc. son un eterno problema.
Todo ello trae un enorme descontento y no se ven soluciones. Ello no puede significar desórdenes y vandalismo al interior de colegios tomados; sino debe ser motivo de análisis entre las autoridades, los padres, profesores y alumnos, en común acuerdo para llegar a soluciones.
Por otra parte, a nivel de Colegios, si no hacemos respetar los Reglamentos Internos de cada plantel , habremos perdido todo control disciplinario y todo intento en la formación de principios y valores. Es urgente la necesidad de volver a la asignatura de Educación Cívica desde 7° año básico para que nuestros niños aprendan cuáles son sus obligaciones civiles en su comunidad y en el país. Esta última década se les han resaltado sus derechos, pero no se les habla de sus deberes. Muchos colegios han suprimido las clases de Religión, en circunstancia que se pueden reemplazar por asignatura de Ética donde los niños aprendan a desarrollar valores morales y espirituales que los lleven a ser mejores personas y a entender lo que es el bien común.