Jorge Babul: "Estamos esperando la respuesta de la Presidenta"
"Creo que debe haber un mínimo de cumplimiento, esto es lo que a mí me decepciona". Con estas palabras, Jorge Babul, doctor en bioquímica, académico de la Universidad de Chile y presidente del Consejo de Sociedades Científicas de Chile, describe su posición por la falta de respuesta gubernamental respecto de las propuestas entregadas en junio pasado por la comisión presidencial Ciencia para el Desarrollo.
Babul, en su calidad de investigador y representante de una treintena de organismos que agrupan a científicos de diversas áreas, fue uno de los 35 integrantes de la comisión creada en enero y cuyo principal objetivo era definir los objetivos y principales políticas públicas que la ciencia debía tener en nuestro país. En seis meses se llegó a conclusiones conocidas, pero claves, como la necesidad de aumentar los recursos para el desarrollo científico y la creación de un Ministerio de la Ciencia.
"La Presidenta nos dijo que no nos atrasáramos en el plazo de entrega del informe, porque quería tener las propuestas antes de que se desarrollara la discusión de la ley de presupuesto. Y lo hicimos. Y no hubo ninguna señal. Entonces me decepciona que me digan cosas que ni siquiera se acercan a lo que sucede", afirma Babul.
El académico participó hace algunos días en un encuentro con la comunidad científica realizado en la Universidad de Concepción, donde uno de los temas obligados fue el punto de quiebre al que ha llegado la ciencia en nuestro país. Esto, gatillado no sólo por el nulo aumento de los recursos para la labor de la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica, Conicyt, para 2016, sino que además por la renuncia de su presidente, Francisco Brieva, a fines de octubre pasado, a poco más de un año de asumir el cargo, lo que volvió a dejar acéfala la única entidad gubernamental dedicada exclusivamente al área.
COMPROMISO
Pese a que la discusión respecto de la necesidad de un ministerio o de un aumento de recursos para el área científica se ha dado por décadas, hay momentos claves en que la comunidad de investigadores ha reaccionado.
En 2007 se produjo una respuesta intensa frente a la reducción de presupuesto de Conicyt y fue la primera vez que los científicos salieron a la calle, logrando revertir la decisión gubernamental. Cinco años después, el entonces ministro de Economía, Pablo Longueira, planteó la opción de traspasar Conicyt a dependencia de la cartera que encabezaba y dejando el Ministerio de Educación. Hubo protestas frente a La Moneda y la idea se desechó.
-Claro, esta vez fue la renuncia de Brieva, pero también fue acompañada de un grupo que nació hace un par de años que es "Ciencia con contrato", un grupo de investigadores que están asociados a proyectos y que están en situación precaria, trabajando a honorarios y sin seguros dentro de un laboratorio, sin previsión, etcétera, sujetos a la inestabilidad del término de los proyectos. Ahí se ve que, junto con la falta de aumento del presupuesto, la situación de la ciencia no está en buen pie. Su renuncia fue importante porque estuvimos desde septiembre de 2013 a septiembre de 2014 sin presidente en Conicyt. El anterior renunció antes de que terminara el gobierno de Sebastián Piñera y después asumió Michelle Bachelet, en marzo de 2014, pero no nombraron al presidente hasta septiembre.
-Se nos convocó a la comisión presidencial, de la que formé parte, y había tres aspectos fundamentales: fortalecer la ciencia, porque no se puede concebir un país que quiere ir desde estar en vías de desarrollo al desarrollo sin un fortalecimiento; tener una institucionalidad adecuada, de manera de ver qué líneas seguir, qué infraestructura y presupuestos se necesitan para llevar adelante estas tareas; y un tercer punto, que era cómo entusiasmar a la gente por la ciencia. Pero hay algo en que nadie ha hecho el énfasis apropiado y es lo que dijo la Presidenta cuando recibió el informe de la comisión.
-Nos explicó que la situación económica no era la adecuada y nos dijo: "Les pregunto a ustedes, en estas circunstancias, ¿dónde pongo el dinero?,¿en crear un Ministerio de la Ciencia o lo pongo en la ciencia?". Dejó la pregunta abierta y nadie respondió, pero resulta que al ver toda la discusión del presupuesto 2016 vemos que no se entregaron recursos para un Ministerio de la Ciencia ni tampoco para la ciencia, porque el presupuesto no aumentó. Entonces, eso no me parece bien. He hablado con políticos, con algunos de los que están más interesados y nos juntamos a ver qué podemos hacer, ojalá una especie de campaña por la Ciencia, para llegar a la discusión del presupuesto 2017 en mejor pie y lograr una institucionalidad. Pero ahí se anunció que la Presidenta a fin de año daría una respuesta a nuestras propuestas. Y estamos a fin de año...
CRISIS
Babul asegura que Conicyt no está funcionando bien. Precisa que existe una falta de coordinación evidente entre los plazos en que se cumplen los múltiples requisitos solicitados para el desarrollo de los proyectos científicos y el momento en que se concretan.
"Por dar un ejemplo, un investigador cumple con todos los requisitos solicitados, pero el rector de la universidad firma el documento dos meses después, entonces queda inhabilitado. Hay proyectos que nunca se pudieron concretar por eso. O por atrasos propios de la investigación, por factores que no se controlan", explica.
Afirma que hay quienes están inhabilitados para seguir adelante con sus carreras, que no pueden obtener proyectos, aunque hayan salido seleccionados; otros que ganaron un proyecto, pero no pueden empezar porque no les han asignado los dineros. Otros que tienen proyectos de postdoctorados o especialización y pasan uno, dos o tres meses sin sueldo y mujeres que después de 10 meses logran la aprobación de un postnatal.
"Son muchas situaciones, da la impresión que casi colapsó Conicyt. Administrativamente no funciona bien, hay mucho desorden. Nuestra casa, que es Conicyt, no está funcionando bien", manifiesta. Añade que, así las cosas, los doctorados se quieren ir porque no tiene en qué trabajar y los que están en el extranjero no quieren volver.
-Creo que hay muchas maneras de hacer bien las cosas. Al final, lo importante son las ganas de hacer con los recursos que correspondan. Bajo ese punto de vista, un ministerio o un organismo que tenga rango ministerial es importante, porque hoy nadie escucha al presidente de Conicyt a la hora de definir presupuesto. Ahora que se restituyó el consejo de Conicyt, que es el organismo asesor del Presidente de la República en materia de ciencias, no debe estar ahí sólo para responder dudas, sino que para hacer un plan de desarrollo científico tecnológico para el país. Alguien debe tener las decisiones respecto de qué vamos a vivir, diciéndolo coloquialmente.
-Es difícil coordinar y organizar a la comunidad científica. La comisión presidencial lo hizo, dimos una serie de propuestas, incluso cómo llegar escaladamente a un 1 ó 1,5% del PIB para la ciencia, haciendo aumentos de 10 ó 15% cada año. Eso es lo que estamos esperando, la respuesta de la Presidenta. Ella dijo que estaba en sus planes formar un ministerio, pero se quedó todo en el aire. De otra forma ¿con quién conversamos? No se puede andar detrás de cada ministerio para definir estos proyectos o metas, hay que definirlo con un ente que asume el rol coordinador.