"Es importante saber que tenemos Big Band en un colegio público"
Son varios los factores que llaman la atención en la historia de la naciente Big Band del Liceo Enrique Molina, en Concepción. Es un proyecto que nació el año pasado y que según su director, Ignacio González, tenía como objetivo de instalar el jazz como parte de la cultura de una comunidad escolar que no lo conocía.
Era una apuesta arriesgada, considerando que no se trata de un sonido popular a nivel masivo, ni que tampoco se enseña con profundidad en los planes escolares. Sin embargo, la propuesta del Centro Artístico Cultural penquista se concretó. Para sorpresa de algunos, la convocatoria fue exitosa, logrando formar un incipiente grupo de jóvenes interesados en aprender desde cero qué se siente formar parte de los ritmos sincopados e improvisación.
"La recepción ha sido fantástica, los chicos están motivados. Además, se está enseñando música, que es tan difícil como un ramo más, que es como enseñar Física", cuenta González, destacando que ninguno de los 17 integrantes, todos de tercero y cuarto medio, conocía el jazz.
"Ha dado muy buen resultado todo, a la gente le gusta, los chicos nos siguen pase lo que pase en el liceo", explica, añadiendo que "en el primer año incluimos a todo tipo de estudiantes. Muchos no sabían a qué iban, no tenían idea de lo que era la música. Sin embargo, hemos logrado hacerlos tocar, pero no sólo eso, sino que hacerlos tocar leyendo música, leyendo arreglos".
Destacó que "estamos enseñándoles un lenguaje totalmente distinto, y lo han ido aprendiendo, lo que tiene que ver también con una vocación personal de ellos".
Por eso se gestionan más instrumentos, pues el interés ha crecido y es necesario concretar lo que el músico llama la banda semillero. Ésta puede ser el puente para que la vocación artística de alguno pueda desarrollarse y crecer.
González, de origen santiaguino y radicado en Concepción, cuenta que los jóvenes se comprometen y se hacen responsables del instrumento, se los llevan a las casas. "Los padres, hermanos, van a los conciertos en que hemos tocado y a pesar de que tenemos muy poco repertorio, son momentos que han emocionado mucho a las familias", señaló.
CON LOS MEJORES
El entusiasmo por los buenos resultados no sólo se ha instalado en los alumnos. González inició una búsqueda para mejorar sus métodos de enseñanza y así poder impulsar mejor la naciente pasión de los jóvenes por el jazz.
Si bien hace clases con métodos estadounidenses, que califica de certeros y capaces, el saxofonista decidió dar un paso más. Así llegó al Lincoln Center de Nueva York, uno de los centros artísticos más prestigiosos del mundo. De ahí es la Jazz Academy, dirigida por Wynton Marsalis, trompetista reconocido entre los grandes del jazz.
En la academia está el Jazz College, donde entregan becas a chicos de todo Estados Unidos, que se van a Nueva York y estudian gratis. "Allí imparten un programa para directores de escuelas. Les mandé una carta, explicando el programa que tenemos en un colegio público emblemático (...) Me invitaron a participar del Band Director Academy, que es el taller dedicado a los directores de bandas", explica el saxofonista.
El curso intensivo parte el 26 de junio y se extiende por casi 10 días. Allí González podrá trabajar con la banda del Jazz College y con los directores de la Lincoln Center Orchestra, que es la más importante del mundo.
"La idea es cómo enseñar el jazz en las escuelas secundarias. Quiero aprender más en la parte formal, porque yo enseño de manera muy intuitiva. Llevo harto tiempo, pero sé que igual hay herramientas", asegura, destacando el apoyo no sólo del Centro Artístico, también del municipio.
"En el Lincoln Center tienen la premisa de que el jazz puede salvar vidas, ayudar a las comunidades como vehículo de expresión, porque permite la autoexpresión y te obliga a estar muy metido dentro de un sistema, te enseña a trabajar en equipo", expresa.
Todo indica que es el primer chileno con esta experiencia. "Es importante que sepan que en Concepción, Chile, hay una Big Band en un colegio de educación pública, que está preocupado por este tipo de música. Podemos generar un nexo: Si en dos o tres años más tenemos chicos que son buenos y quieren estudiar, tenemos la posibilidad de abrirles una opción que es de nivel mundial".