Paradojas de una crisis
La encuesta El Sur UDD ha consultado a los vecinos del Gran Concepción sobre la crisis política que ha afectado al país los últimos meses. En los distintos resultados va quedando en evidencia que lo que domina es el malestar profundo con la política y no el ánimo de buscar una solución, esto significa que cualquier reforma que aborde este problema va a necesitar de un liderazgo político consistente y capaz de asumir medidas que aparecen como impopulares.
Hay una mayoría aplastante a favor de la línea punitiva de las medidas pérdida de escaño para parlamentarios que no cumplan con la ley electoral en los casos más graves, pérdida del cargo y sanciones para autoridades que comentan intervencionismo electoral, como también a las medidas que buscan ponerle fin a situaciones consideradas negativas, como las reelecciones indefinidas o la contratación de familiares de parlamentarios o ministros en el aparato público.
Lo paradójico es que junto con cerrar la puerta a los aportes de privados a la política tampoco se quiere que sea el Estado quien la financie, donde el 77% rechaza esa medida. Es decir, en la opinión pública, que la política no tenga financiamiento aparece como un problema de quienes se dedican a esa actividad y no como realmente lo es: un problema de todos los ciudadanos.
Entonces se entiende que la comisión que busca proponer soluciones a esta crisis sólo sea conocida por un 35% y peor aún, que la expectativa de que aporte en salir de ésta sea un pobre 24%.
Pese a lo anterior, el espíritu cívico de los vecinos del Gran Concepción aparece casi intacto. Un 45% dice que iría a votar en las próximas elecciones municipales, muy similar a lo ocurrido el 2012, lo que no descarta que la forma de desenlace final de la crisis pueda provocar una caída mayor aún de la participación electoral. Pero también al preguntarse si conocidos todos los escándalos políticos las personas mantienen o cambian sus preferencias, un 66% dice que las mantiene y sólo un 18% que las cambia, lo que habla de un electorado que dimensiona y se molesta con la crisis, pero que no ve alternativas que lo lleven a dejar atrás sus antiguas preferencias.
En opinión de un 69% de los entrevistados, el cambio de gabinete es una de las medidas a tomar para cambiar lo que valoran como un mal desempeño del Gobierno, que en esta medición ve cómo su gestión es rechazada por un 59% de los vecinos. Si bien es razonable suponer que son los temas políticos y no la gestión lo que ha dominado la agenda de los últimos meses, este nivel de rechazo no puede dejar indiferente a nadie, porque voluntaria o involuntariamente termina limitando, si no paralizando, la labor del gobierno.
Al ser preguntados por escenarios presidenciales futuros, los ciudadanos de las comunas entrevistadas no aprecian que vaya a haber mayores sorpresas en la papeleta del 2017. Esto, porque ven que en ella con mayor probabilidad se enfrenten Sebastián Piñera, con un 32%, Marco Enríquez Ominami, con un 30%, Ricardo Lagos Escobar con un 9%, seguidos más atrás por Matthei y Velasco con un 4% y Franco Parisi con un 3%. Es decir, ex presidentes y ex candidatos presidenciales son los más nombrados, sin irrumpir ningún nombre nuevo.
El pulso político del gran concepción sigue al parecer el ritmo de las noticias nacionales y muestra esta paradoja frente a la crisis, que los ciudadanos reclaman sanciones, pero no están conscientes aún de los caminos para solucionar estos problemas. Esta tarea de liderazgo y gran pedagogía es deber de la política y de los políticos, responsables del problema y también de la solución.