Investigación acuícola
En junio del año 2007, el gobierno de Chile, por intermedio de la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica de Chile (Conicyt), y con la asistencia de la Unión Europea, publicó un informe sobre las capacidades de investigación y las áreas de desarrollo científico y tecnológico en pesca y acuicultura en Chile.
Esto fue previo a que la opinión pública aquilatara los efectos que iba a tener la crisis del virus ISA sobre la actividad acuícola nacional. Es interesante, sin embargo, analizar la visión que se tiene sobre la investigación en acuicultura en este documento, por la posible validez que aún tenga actualmente.
En este documento, se consigna que en la fecha de su publicación existían en Chile 67 centros de investigación, tanto públicos como privados, que desarrollaban líneas de trabajo en pesca o acuicultura, oceanografía, ecología y ciencias ambientales.
Estos centros agrupaban a 667 investigadores que trabajaron en 521 proyectos en el área en el período 2001 -2007. Entre los investigadores se distinguían preferentemente biólogos, veterinarios, oceanógrafos, químicos, ingenieros. Quizás los investigadores con disciplinas menos comunes eran un sociólogo y un cartógrafo.
De igual manera, entre los 521 proyectos, sólo 7 estaban orientados al análisis socioeconómico de las pesquerías o de la acuicultura. Es decir, la orientación de la investigación realizada era en ciencias naturales y tecnológicas, con muy poca investigación socioeconómica. Quizás a algún lector esta situación le puede parecer lógica, dado que se trata de un área de investigación marina. Pero, el impacto que tuvo la crisis del virus ISA sobre el sector acuícola y sus consecuencias económicas, sociales y de gobernabilidad, deben haber dejado a pocas personas con la idea de que se trataba sólo de un 'problema marino'.
Más allá de las consecuencias sociales de la crisis, que fueron muchas y serias, y del carácter sanitario de la misma, hay que tener presente que la crisis fue 'hecha por la mano del hombre'. Las decisiones que tomaron los productores, las autoridades, y la falta de intervención que tuvo en general la comunidad interesada hasta que explotó la crisis, son todas decisiones que fueron tomadas por las personas.
Si uno quiere entender, por qué se produjo esta crisis, cómo se desarrolló, y cuáles son las medidas más apropiadas para resolverla, debe entender el comportamiento humano, además de comprender el comportamiento del patógeno y de las especies involucradas.
Y esto significa que para poder regular mejor el sector acuícola y prever mejor crisis como la del ISA, se debe desarrollar más investigación científica en el área en ciencias sociales.