La empresa Arauco posee una plantación olivícola de variedad Arbequina de 10 hectáreas, con el concepto de "agricultura orgánica".
En Chile, la superficie plantada de olivos aceiteros se ha incrementado considerablemente durante las últimas décadas, debido principalmente a las óptimas condiciones climáticas (clima mediterráneo) que presenta nuestro país, lo que permite que este noble árbol exprese todo su potencial productivo.
Uno de los lugares que busca ser un referente a nivel productivo, es el Complejo Forestal Industrial Nueva Aldea, en cuyo interior existe una plantación olivícola de variedad Arbequina de 10 hectáreas, propiedad que fue adquirida por la empresa Arauco el 2003.
Guillermo Mendoza, subgerente de Asuntos Públicos de la compañía, comenta que en ese entonces se realizó una planificación de trabajo a largo plazo, que partió con la obtención de fruta y aceite de calidad. Para demostrar este resultado, se participó con el aceite institucional extra virgen "Raíces de Nueva Aldea", en el Concurso Internacional "Olivinus" 2008, obteniendo tres galardones.
Una segunda línea de trabajo fue la Certificación en Buenas Prácticas Agrícolas (BPA), con el objetivo de mantener un sistema de gestión que avale un buen manejo del huerto, por lo cual, desde el 2007 a la fecha se cuenta con esta certificación.
La tercera parte de esta planificación es el más complejo de los desafíos planteados y es la obtención de la Certificación Orgánica de la fruta. Desde la adquisición del predio El Litral, ubicado al interior del Complejo Nueva Aldea, se ha realizado un manejo tradicional, es decir, utilizando fertilizantes y pesticidas de origen sintético. Sin embargo, en la búsqueda de una gestión amigable con el ecosistema, sin residuos de pesticidas, el año pasado se comenzó a trabajar el huerto de manera orgánica.
Actualmente, agrega Mendoza, "nos encontramos en el primer año de transición, el cual no ha estado exento de dificultades, ya que el universo de productos orgánicos es más limitado que el de la agricultura convencional. Este proceso de adaptación durará tres años, luego del cual podremos optar a esta certificación".
SILVOPASTOREO
Soledad Retamal, ingeniero agrónomo encargada del predio, explica que uno de los grandes inconvenientes de la agricultura orgánica es la prohibición del uso de herbicidas, ya que estos tipos de pesticida no tienen alternativa de productos orgánicos.
Para poder superar este obstáculo, el predio cuenta con un sistema de silvopastoreo, con ovinos de raza Suffolk Down, los que, además de controlar las malezas, cumplen otras importantes funciones, como la obtención de abono, levantamiento de las faldas de los árboles y, finalmente, la llegada de una segunda producción en una misma superficie. Esta solución, fue el resultado del trabajo de investigación desarrollado en conjunto con la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción, campus Chillán.
Toda esta experiencia se plasma en actividades de transferencia tecnológica agrícola, a través de visitas a los predios y prácticas profesionales.
En esta misma dirección apunta la reciente implementación de una parcela demostrativa de 2.000 metros cuadrados con diversas especies, tales como maní, papas, tomates, stevias, frutillas, ciboulette, sandías y flores, entre otros productos.
Estas producciones son entregadas como regalo corporativo a los trabajadores del Complejo Nueva Aldea y también como donación al Hogar de Ancianos San Jose de Ñipas.