La lucha por reabrir el caso de TatianaLa historia de Manuel "Choño" Sanhueza"Esta condena es un rayito de tranquilidad"
Manuel Eduardo Sanhueza nació el 22 de noviembre de 1943. Fue detenido el 10 de julio de 1974. Su cuerpo fue encontrado en una fosa clandestina el 2 de junio de 1990. Fue fusilado en Pisagua.
Es parte de lo que se puede leer en la placa que cubre el nicho de "Choño" Sanhueza, apodo por el que sus familiares, amigos y compañeros le conocían. De hecho, fue el primero en ser nombrado cuando el Partido Comunista, con banderas y lienzos, llegó al portal del Cementerio General.
Ayer, su hermana Olivia Sanhueza, le fue a visitar como todos los años, aún cuando sus rodillas inflamadas no le permitían caminar con tranquilidad, y las muletas parecían ser el mayor obstáculo en medio de la lluvia y el barro del cementerio. Aún así, se quedó hasta el final de la tradicional romería del 11 de septiembre.
Y contó, por partes, cómo "Choño" fue detenido y trasladado a la Cárcel de Iquique cuando era secretario general de la JJ.CC. Y, cómo fue torturado y fusilado en Pisagua. El recuerdo está vivo.
"Yo conocí a su esposa en 1975. Ella vino a conversar con mi papá, porque Manuel vivía en Arica, y de ahí lo trasladaron a Iquique. Ahí cayó toda la familia de su esposa. Con esa versión nos quedamos, la que ella nos contó. Que él había salido a pescar con otro compañero preso y dos gendarmes. Pero nosotros quedamos impactados, porque él nadaba muy bien y no creímos la versión. Ella venía del exilio, así que se fue, y fue la única vez que conversamos con ella", relató.
"Mi papá indagó, indagó, y murió indagando, sin saber lo que le había pasado a su hijo. Nosotros trabajábamos en el PC, en el área de Derechos Humanos, pero no tocábamos mucho el tema, porque me afectaba mucho, y porque él era una persona muy especial".
Agregó que "cuando empezaron a salir los cuerpos en el año 90, en Pisagua, yo tuve el presentimiento de que lo íbamos a encontrar. Y tengo mucho dolor, porque anduve marchando con la foto de él, pero no lo reconocí. Un día martes avisaron que había aparecido el Choño, el cuerpo número uno que habían encontrado".
"Yo tenía 20 años cuando pasó esto, tenía dos hijos, y no sabía lo que nos esperaba. Vi muchos compañeros caer, desaparecer. Y tengo rabia, porque si piden perdón, que digan dónde están los compañeros. Por pensar distinto, sin matar a nadie, destruyeron nuestra familia", dijo.
Victoria y María, hermana y madre, respectivamente, de Tatiana Fariña Concha, acompañaban ayer la romería, recorriendo paso a paso cada tumba. Su madre llevaba en el pecho una fotografía de Tatiana. Su hermana llevaba una impresión de la misma, en un cartel en blanco y negro.
"Es la foto del carné de universidad de la Tati. La última foto que tuvimos de ella", recordó María.
Es que Tatiana tenía sólo 19 años cuando murió. Estudiaba sociología en la Universidad de Chile y fue encontrada el 14 de mayo de 1985, en un baño del Servicio de Acción Social de la Municipalidad de Lo Prado, luego de una explosión ocurrida en el edificio, donde murió también una funcionaria. "Un día no llegó a la pensión donde se alojaba, la secuestraron cuando volvía a la casa", recuerda Victoria.
Pero, al igual que otros ejecutados, aún no está completamente claro el caso de Tatiana. La que se conoce es la versión oficial, pero aún quedan cabos por atar que nadie ha sabido responder.
"Según los médicos, ella murió a las 10 de la mañana, pero la explosión fue a las 12. Su carné lo encontraron después, al igual que un dedo de ella, que no apareció en el lugar de la explosión. Además, su cuerpo fue sacado por personal de la CNI sin la orden de un juez", relató Victoria, razones por las que piensa que la historia oficial, de que llevaba una bomba para hacer explotar el recinto en un acto terrorista, no es verdad.
La recuerda con el mayor de los cariños. "Era muy inteligente, siempre le fue muy bien en el colegio. Participaba en muchas cosas, declamaba, y se fue a Santiago a estudiar. Ella militaba en el PC, y estando en Santiago se integró al Frente Patriótico Manuel Rodríguez", relata Victoria.
Su padre, Raúl, también la recuerda mucho, pero no suele visitar su tumba. "Cuando nos vio salir en la mañana se puso a llorar. 'Qué linda se ve mi niña en la foto